Los dos 'latin kings' acusados de violar a una menor en Barcelona niegan los hechos y que perteneciesen a la banda

Actualizado: lunes, 20 febrero 2006 18:44

BARCELONA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los dos presuntos miembros de los Latin Kings acusados de violar hasta en tres ocasiones a una menor de edad que pretendía entrar en la banda juvenil aseguraron hoy que no mantuvieron ninguna relación sexual con la joven y negaron pertenecer al grupo en el momento de los hechos. La víctima, por su parte, ratificó la acusación contra ellos y explicó que accedió a mantener relaciones con los acusados por miedo a las represalias que la banda pudiera tomar contra ella y contra su familia.

La fiscal pide hasta 27 años de prisión para los dos procesados, William Geovanny E.V., de 24 años, y Xavier Alfredo S.S., de 20, ambos nacidos en Ecuador, por tres delitos de agresión sexual contra M.J.M.B., supuestamente cometidos entre septiembre de 2003 y enero de 2004.

Además, la acusación pública reclama que indemnicen a la víctima con 12.000 euros por daños y perjuicios morales y que no se puedan acercar a ella a menos de 1.000 metros durante cinco años. Los letrados encargados de la defensa, por su parte, solicitaron la absolución de los procesados.

Los hechos se remontan a finales del verano de 2003, cuando la víctima decidió ingresar en los Latin Kings. Durante el juicio, celebrado hoy en la Audiencia de Barcelona, la joven explicó que quiso entrar en la banda porque sus amigos formaban parte de ella y porque pensó que en el grupo se ayudaban unos a otros.

Según la víctima, que declaró a puerta cerrada y en calidad de testigo protegido, en septiembre entró en la fase de observación tras pasar varias pruebas. Durante este periodo, el jefe de la banda le asignó un novio, el acusado William Geovanny E.V., al que la menor conocía por ser amigo de sus hermanos.

La joven aseguró que el procesado la forzó a mantener relaciones sexuales en dos ocasiones entre septiembre y diciembre de 2003, en Mollet del Vallès (Barcelona). La primera vez que obligó a la menor, el imputado le propinó una bofetada y la violó en el interior de un coche. En la segunda ocasión, la forzó a mantener relaciones sexuales completas durante una fiesta en casa de unos amigos.

TEMOR A LAS REPRESALIAS.

Durante su declaración, la víctima apuntó que no fue forzada, aunque explicó que accedió a mantener relaciones con los acusados por temor a las represalias que el procesado o los otros 'latin kings' pudieran tomar contra ella o contra su familia si se negaba al acto sexual. Según la joven, le dijeron que tenía que hacerlo si quería entrar en la banda.

La joven también mantuvo que el otro procesado, apodado 'King Dady', la violó en enero de 2004 durante una fiesta en un domicilio particular de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

La menor se decidió a denunciar los hechos cuando los Latin Kings la presionaron para que su hermana pequeña también entrara en la banda. La víctima, que fue coronada como 'Queen', se dirigió entonces al psicopedagogo del centro donde estudiaba para relatarle las amenazas y las agresiones sexuales y físicas que había padecido por parte del grupo.

"No quiero que mi hermana sufra lo que yo he sufrido en mis propias carnes", le explicó entre lágrimas. El especialista de la escuela se puso en contacto con la Policía Local que, tras entrevistarse con la joven, dejó la investigación en manos de los Mossos d'Esquadra.

XAVIER ALFREDO: "SOY INOCENTE".

Los dos acusados, por su parte, negaron los hechos que se les imputan y aseguraron que no mantuvieron ninguna relación sexual con la joven. Según los procesados, no se conocían entre ellos y se vieron por primera vez en el juzgado.

Durante su declaración, William Geovanny explicó que él nunca ha pertenecido a los Latin Kings, aunque admitió que conoció a la víctima en verano de 2003. "Sólo la he visto dos veces", matizó. A su juicio, la víctima le denunció por despecho. "Sé que yo le gustaba, pero nunca le hice caso", relató.

Xavier Alfredo, por su parte, reconoció haber estado en contacto con los Latin Kings en 2002, aunque negó formar parte de la banda en el momento de los hechos. "Tuve roce con ellos, pero nunca estuve integrado en el grupo", señaló. "Cuando llegué a España no conocía a nadie, por eso me acerqué a los Latin Kings", se justificó.

El acusado destacó que en 2003 dejó de tener contacto con la banda porque encontró un trabajo y aseguró que no conoce "de nada" a la víctima. "Soy inocente", apuntó en el ejercicio de su derecho a la última palabra.

ACTÚAN COMO SECTAS.

Según la Fiscalía, la joven ha vivido "una situación altamente humillante y estresante de maltrato físico y psicológico", lo que provoca que la joven esté "abducida por el grupo" hasta el punto de considerar las violaciones "heridas de guerra ya reparadas". Por ello, la fiscal considera "absolutamente necesaria una ayuda terapéutica a la menor que le permita desprogramarse".

El psicólogo encargado de tratar a la joven explicó durante el juicio que la víctima había "programado su comportamiento en referencia a los hechos que podían hacerle daño", en este caso las presuntas violaciones que sufrió. "Su voluntad crítica quedó afectada, es lo mismo que ocurre dentro de las sectas", explicó el especialista.

A su juicio, en caso de que la joven no recibiese un tratamiento adecuado "podría sufrir estrés postraumático". Según el psicólogo, en este momento la menor no está tan afectada porque "los hechos han quedado integrados en una ley de grupo donde ella mantiene una posición".

"Ellos le dijeron que no lo harían nunca más y la joven siente que lo que le ocurrió no fue en vano", añadió el experto. "Es la actitud de alguien que se ha inmolado por la causa, como si dijéramos", apuntó.

El experto aseguró que la víctima "sentía la necesidad de guardar el secreto porque era la ley" de los Latin Kings. A su juicio, la joven presenta "una clara afectación" por los hechos y su relato es "coherente" y "creíble".

NO EXISTE PRUEBA DE CARGO, SEGÚN LA DEFENSA.

El Juzgado de Instrucción número 20 de Barcelona ya dictó el 12 de noviembre de 2004 un auto por el que se imponía a los dos procesados la prohibición de acercarse a la víctima a una distancia de 1.000 metros mientras durara la causa, aunque no decretó su ingreso provisional en prisión.

El fiscal pide que se condene a William Geovanny E.V. a 18 años de cárcel, 9 por cada agresión sexual, mientras que para Xavier Alfredo S.S. reclama 9 años de prisión por una agresión sexual. También reclama al primer imputado 8.000 euros en concepto de daños y perjuicios morales y 4.000 al segundo.

Los letrados encargados de la defensa, por su parte, piden la absolución de los acusados, ya que a su juicio no existe "ni la más mínima prueba de cargo contra ellos". El abogado de Willian Geovanny señaló que "no se ha podido localizar a nadie que corrobore la versión de la víctima" y apuntó que "en la denuncia faltan muchos datos básicos".