MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los viticultores de Castilla-La Mancha, una de las comunidades autónomas más afectados por la reforma de la organización común de mercado (OCM) del sector vino propuesta por la UE, señalaron que no permitirán que se arranquen de las viñas porque sería un "desastre para la región y el terreno quedaría desierto".
En declaraciones a Europa Press Televisión, el Presidente de Asaja de la provincia de Toledo, Manuel Juárez Colmenar, criticó que el documento de esta propuesta ha salido "un poco francés" porque responde a los intereses de los países con más poder en la Unión como Francia, donde sobra vino y quieren que arranquen viñedos de otros países miembros para solucionar su problema.
Asimismo, destacó que se niegan a cortar las viñas porque "cuesta mucho trabajo sacarlas" y crean empleo no sólo a los agricultores sino también a los fabricantes de vehículos y otros sectores relacionados. Además, en caso de ser arrancadas, el terreno no vale "ni para cereales" porque los viticultores no obtendrían ayudas de la Unión Europea y se quedaría desierto.
En su opinión, hay "muchas equivocaciones" en este tema porque algunos agricultores creen que, si se arrancan viñas, las que quedan van a valer más en vino. Sin embargo, insistió en que esto no ocurrirá porque "hay otros países en los que la mano de obra es más barata".
De hecho, Juárez explicó que este problema ya se planteó el pasado año cuando se recogió sólo la tercera parte de la cebada que se consume y el precio bajó porque el producto se importaba del extranjero.
"AYUDA A LA HECTÁREA"
Por ello, todos los agricultores del colectivo al que representa van a "luchar" para que se establezca una ley que ayude a los agricultores para poder subsistir y la Comunidad Europea les ofrezca una "ayuda a la hectárea", es decir, una aportación económica para que puedan conservar las viñas, como ocurre con otros cultivos que se mantienen sin arrancar las plantaciones.
En su caso particular, Juárez tiene 30 hectáreas de viñedo, de las que 10 han sido plantadas muy recientemente y no darán frutos hasta dentro de unos tres años. No obstante, señaló que va a seguir adelante con su cultivo. Aunque respeta que otros agricultores cedan a arrancarlas por motivos económicos o por un plan de jubilación.
Además, apuntó la contribución al medio ambiente que hacen estas hectáreas de la región, por lo que consideró que los ecologistas tendrían que ser los primeros en defender sus intereses y ponerse de su parte para que no se arranquen estos viñedos que dan "más verde que las arboledas".
Por último, señaló que el Gobierno tiene que "echar el resto", pidiéndole un último esfuerzo para que no se arranquen los viñedos porque están en juego regiones muy importantes, como Castilla La Mancha, que tiene 600.000 hectáreas de viña y se mueven muchos puestos de trabajo alrededor del vino.
Por eso, como Presidente de Asaja, Juárez se reunirá el próximo miércoles en una Asamblea en Villacañas para exponer y explicar su situación "delante de 1000 agricultores", explicó.
