Eduardo Aguirre, que abandonará la legación el 20 de enero, describe a Zapatero como "muy responsable"
MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El embajador de Estados Unidos en España, Eduardo Aguirre, no quiso confirmar hoy si la Administración de George W. Bush pidió permiso al Ejecutivo de José María Aznar para que vuelos con prisioneros talibanes y de Al Qaeda con destino a Guantánamo pudiesen aterrizar en España en caso de emergencia.
En una mesa redonda con periodistas españoles con motivo de su inminente marcha de la legación el próximo 20 de enero, Aguirre evitó comentar el documento publicado por 'El País' en el que el entonces director general de América del Norte, Miguel Aguirre de Cárcer, informa a sus superiores de una petición realizada en este sentido por el consejero político militar de la Embajada norteamericana.
El embajador recordó que se trata de un documento "interno" del Departamento que hoy dirige Miguel Angel Moratinos, por lo que consideró "una locura" que él se pronunciase sobre "lo que escribió o no un funcionario español".
Además, consideró que a él no le corresponde hablar sobre "la petición que pudiéramos haber hecho" --y precisó que no estaba confirmando que se hubiera realizado-- "porque esos asuntos no son para comentar en prensa".
Aguirre también eludió responder si el Gobierno estadounidense volvió a pedir permiso para que sus aeronaves pudieran hacer escala en España en su ruta a Guantánamo cuando los socialistas relevaron a los 'populares' al frente del Ejecutivo. "Si la hubiera habido --tal petición-- no la comentaría. Las conversaciones diplomáticas que hayan o no hayan no las voy a comentar aquí", zanjó.
El embajador tampoco quiso comentar si sería posible que vuelos estadounidenses con prisioneros a bordo sobrevolasen, en su ruta a Guantánamo, el espacio aéreo de países aliados sin que éstos tuvieran conocimiento de ello. "No comento sobre hipotéticos", fue su respuesta.
Aguirre sí valoró como "reconfortante" el comunicado publicado ayer por el Ministerio de Defensa, en el que indica no tener constancia de ningún vuelo o escala en territorio español por parte de aeronaves de las Fuerzas de los Estados Unidos "de naturaleza ilegal o que de algún modo pudiera contravenir los acuerdos internacionales suscritos por España en esta materia".
El embajador denunció asimismo que cada vez que hay un vuelo entrando o saliendo de Guantánamo "que tenga algo que ver con España se asume que ahí ha habido todo tipo de operaciones nefastas y horribles".
UNA BASE EQUIVALENTE AL 60% DE LA CIUDAD DE WASHINGTON
En este sentido, recordó que la base naval de Estados Unidos en Guantánamo --en cuyo interior se encuentra la cárcel con presuntos combatientes talibanes y de Al Qaeda-- ocupa una superficie equivalente al 60 por ciento de la ciudad de Washington, por lo que recibe "múltiples" vuelos, algunos de ellos incluso comerciales.
Aguirre, que lleva casi tres años y medio como embajador en España, consideró que abandonará la legación dejando las relaciones bilaterales "al máximo nivel posible" y señaló que si los presidentes George W.Bush y José Luis Rodríguez Zapatero no llegaron a tener una entrevista bilateral fue porque "no han necesitado verse", porque sus equipos fueron capaces de resolver los asuntos.
El embajador, que no dio mayor importancia a esa falta de contacto personal entre los dos presidentes, definió a Zapatero como un "individuo muy responsable", que entiende las necesidades de su país y con quien ha tenido un "diálogo muy sincero".
Preguntado por la decisión del presidente Zapatero de retirar las tropas de Irak, el embajador reconoció que la forma en que se hizo dejó "un poco al descubierto" a los soldados estadounidenses, pero consideró que no es "muy productivo" analizar lo que pasó hace cinco años.
El embajador, que subrayó que Bush saldrá "por la puerta grande" cuando abandone el cargo, confirmó que el mismo 20 de enero --día en que Obama tomará posesión-- cogerá un avión hacia Estados Unidos, pero antes habrá visitado las cinco provincias españolas que le quedan por conocer, Huelva, Albacete, Castellón, Alicante y Almería.
Con respecto a su sucesor o sucesora en la legación, Aguirre consideró que tendría que tener la capacidad de transmitir los intereses de Estados Unidos a España y ser capaz de entender y escuchar los intereses españoles.
