EMF.- El Papa utilizará mañana el Santo Cáliz de la Ultima Cena para la consagración en la misa conclusiva del encuentro

Actualizado: domingo, 9 julio 2006 0:02

VALENCIA, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

Fuentes de la comisión de liturgia del EMF afirmaron hoy que el papa Benedicto XVI utilizará mañana, "muy probablemente", en la misa conclusiva del V Encuentro Mundial de las Familias (EMF) que presidirá en el escenario construido junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el Santo Cáliz que se venera en la Catedral de Valencia, según informaron fuentes del arzobispado a través de Avan.

El papa Juan Pablo II ya empleó la reliquia para la consagración cuando visitó Valencia en 1982 en la misa de ordenación sacerdotal de 141 jóvenes diáconos que presidió en el Paseo de la Alameda. Esta mañana, Benedicto XVI veneró el Santo Cáliz en la capilla de la Catedral de Valencia donde se conserva la reliquia a la que se atribuye haber sido la misma copa que empleó Jesucristo en la Ultima Cena.

Según las investigaciones realizadas por distintos historiadores, fue el propio San Pedro quien llevó de Jerusalén a Antioquía y luego a Roma el cáliz utilizado por Jesucristo en su última cena antes de su pasión y muerte.

Así, según las citadas fuentes, el Santo Grial fue utilizado desde entonces por 23 papas hasta la persecución imperial contra los cristianos del año 258, cuando el papa Sixto II, antes de ser martirizado, ordenó enviar la reliquia a Huesca custodiado por el diácono Lorenzo.

Diversos parajes e iglesias de Aragón fueron escenario del paso del Santo Cáliz, como la cueva de Yebra, San Pedro de Siresa, San Adrián de Sasabe, Santa María de Sasabe, San Pedro de la Sede Real de Bailo, la propia Catedral de Jaca, hasta llegar en el año 1071 al monasterio oscense de San Juan de la Peña.

En 1399, el rey Martín I se llevó la reliquia al Palacio de la Aljafería en Zaragoza, donde permaneció 20 años hasta que, después de una breve estancia en Barcelona, fue llevada al Palacio Real de Valencia en el año 1424 por orden de Alfonso el Magnánimo, que agradecía así a Valencia su ayuda en las luchas mediterráneas. Finalmente, en 1437, el Santo Cáliz fue entregado como donación al cabildo de la Catedral de Valencia.