ERC pide que el TC se renueve en profundidad o que posponga su fallo sobre el Estatut porque no tiene "legitimidad"

Actualizado: martes, 20 mayo 2008 16:25

MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -

El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Ridao, considera que el fallecimiento del magistrado del Tribunal Constitucional Roberto García Calvo ha dejado el alto tribunal ante una situación "insólita" que, a su juicio, sólo se puede solucionar con una renovación "en profundidad" de los miembros que han culminado su mandato. Tras sugerir incluso que el tribunal presente su dimisión en bloque, demandó que, mientras no se renueve, no falle sobre los recursos contra el Estatut porque carece de "legitimidad" y su sentencia no será "creíble".

En una rueda de prensa en la Cámara Baja, el portavoz de ERC, recordó que García Calvo fue uno de los miembros del TC que demostró una "más abierta hostilitidad" hacia el Estatut y que su desaparición "parece que puede alterar la correlación de fuerzas" en el Pleno de la institución y hacerla más favorable a avalar la norma catalana.

Para Ridao, esta "especulación" demuestra que el Constitucional "no es un árbitro neutral ni equitativo", sino que es "víctima de la instrumentalización política", lo que evidencia que, "si no se renueva en profundidad, no tendrá ningún tipo de legitimidad" y cualquier sentencia que dicte no será "creíble".

En este punto, recalcó que esa profunda renovación implica hacer "tábula rasa" y dejó claro que no es partidario de cubrir únicamente la vacante dejada por García Calvo, como pretende el PP, ni de dejar que la situación "se enquiste" como, a su juicio, busca el PSOE por considerar que el tribunal que fallará sobre el Estatut al contar ahora con mayoría progresista puede ser más favorable a sus tesis.

"La única solución posible en este momento es, o bien que dimita el Constitucional o que no conozca de los siete recursos que están pendientes sobre el Estatut", enfatizó Ridao, advirtiendo a renglón seguido de que "en caso contrario" sus resoluciones no merecerán "respeto ni credibilidad" por parte de los partidos catalanes ni de la opinión pública.