Dice que "el pacto que ha llevado a la unidad" a su partido "en torno a la persona de Iñigo Urkullu y su programa, se está cumpliendo"
BILBAO, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, afirmó hoy que en su partido "no hay discrepancias sustanciales de fondo", y aseguró que, en todo caso, se acepta el sometimiento "a los dictados" del EBB, la Ejecutiva jeltzale. Además, consideró que "el pacto que ha llevado a la unidad" a su partido "en torno a la persona de Iñigo Urkullu y su programa, se está cumpliendo"
En una entrevista concedida a RNE, recogida por Europa Press, Erkoreka recordó, en relación con las mociones para desalojar de los gobiernos municipales a ANV, que "hay un acuerdo en vías de ejecución" con PSE-EE, abierto al resto de partidos para presentar iniciativas en todos los Consistorios en los que la formación abertzale tiene representación "para que, primero, dimitan, y si no lo hacen, se adopten las iniciativas que sean pertinentes para privarles de responsabilidades administrativas".
"De la concejalía no les podemos privar porque lo han obtenido en unas elecciones en las que pudieron legítimamente presentarse y eso ya no está en manos de los partidos políticos, lo que sí se puede es impedir que gobiernen allí donde es posible y formar mayorías alternativas que les impidan hacerse con esos cargos, y en eso estamos", apuntó.
Preguntado sobre que parece que en Gipuzkoa el PNV "no está tan de acuerdo", apuntó que "eso ocurre con frecuencia en los partidos democráticos, es incluso positivo y saludable que los partidos no funcionen a la búlgara".
A su juicio, las diferencias que pueda haber radican "más que por el fondo, por algunos aspectos formales". "Es cierto que, en el concreto caso de Mondragón, el PSE actuó con una cierta precipitación y unilateralidad. Sin consenso previo, nos convocó a todas las formaciones, nos puso sobre la mesa una moción de censura y nos emplazó a decir públicamente sí o no, y, en un momento determinado, quien estaba allá (Joseba Egibar) optó por el no, en lugar de por el sí", manifestó.
No obstante, consideró que "no hay discrepancias sustanciales de fondo en el partido respecto a la actitud que hay que tomar con este asunto, y si las hubiera, que es lógico, y sería admisible que las hubiera, pues hay un máximo órgano ejecutivo del partido, el EBB, que es el que fija las posiciones oficiales y definitivas".
"EL PACTO DE UNIDAD"
A su juicio, "el pacto que ha llevado a la unidad" a su partido "en torno a la persona de Iñigo Urkullu y su programa, se está cumpliendo en la medida en que, efectivamente, las discrepancias se producen y, además, se airean en los medios de comunicación, pero hay un órgano ejecutivo, el EBB, que es el que marca la pauta final y el partido sigue esa pauta, es decir, se somete y se reconoce expresamente la superioridad de este órgano y la necesidad de someterse totalmente a sus dictados".
"A partir de ahí, bueno, las críticas y las discrepancias siguen siendo saludables, pero hay un mecanismo de resolución de las discrepancias que pasa por el EBB, que fija opinión, criterio y toda la militancia está obligada a seguir esas pautas", añadió.
Sobre el lehendakari, puntualizó que, "en ningún momento, ha dicho que quisiera hacer carrera por libre, sino todo lo contario, ha hecho declaraciones públicas explícitas, en algunos casos, de sometimiento a lo que diga el EBB y de la búsqueda de la máxima sintonía posible con los órganos de su partido, con claras declaraciones de adhesión y de vinculación a él". "Desde ese punto de vista, no veo yo problema alguno de cara a que se produzcan discrepancias o desencuentros con el lehendakari", indicó.
ZIZURKIL
Respecto al hecho de que el Ayuntamiento de Zizurkil aprobara retirar de dos plazas del pueblo los nombres de los miembros de ETA Joxe Arregi y José Luis Geresta, este último coautor de los asesinatos del edil popular Miguel Ángel Blanco y del dirigente socialista Fernando Múgica, recordó que, cuando se pusieron esos nombres el municipio estaba gobernado por EH "y ahora ha sido corregida" por el Consistorio que gobierna el PNV.
A su juicio, es cierto que "algo está cambiando" en Euskadi, y no sólo en la sociedad vasca "porque el olvido de las víctimas ha sido generalizado". "Toda la sociedad se ha olvidado de ellas, cada uno en su ámbito de responsabilidad tiene que entonar su propio 'mea culpa' y yo, como miembro de la sociedad vasca y también de una formación nacionalista, lo hago".
"Las instituciones vascas lo están haciendo con mayor o menor acierto porque acordarse tarde de las víctimas siempre provoca en ellas un cierto resquemor, sobre todo, por lo tardío", añadió.
