España liderará un proyecto en la UE para desarrollar un sistema de ataque electrónico para las aeronaves

Publicado: jueves, 7 noviembre 2019 20:06

BRUSELAS, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

España liderará un proyecto en la Unión Europea para desarrollar un sistema de ataque electrónico para aeronaves que permita realizar misiones como la supresión de las defensas aéreas enemigas y de protección de aviones en misiones de ataque, entre otras, en el que también participarán Francia y Suecia.

Se trata de uno de los 13 nuevos proyectos que se impulsarán en el marco de la Cooperación Estructurada Permanente en Defensa (PESCO), que aprobarán el próximo martes los ministros de Defensa del bloque en su reunión en Bruselas, según han avanzado a Europa Press fuentes europeas.

El objetivo del proyecto, denominado Ataque Electrónico Aéreo, es desarrollar un sistema que permita adaptarse a las diferentes misiones de guerra electrónica necesarias, desde la supresión de las defensas aéreas del enemigo, misiones de escolta y de protección de aeronaves en misiones de ataque o misiones de ataque electrónico no tradicionales.

El proyecto se centrará en el diseño, desarrollo y pruebas de capacidades de bloqueo múltiple de las señales radioeléctricas con tecnologías pioneras y la idea es poder integrar el sistema de ataque electrónico en distintos tipos de aeronaves o un pod, garantizando su compatibilidad para incorporarlo en diferentes modelos de aeronaves, tanto tripuladas como para drones.

España también participará en otros seis proyectos que se aprobarán el martes, incluido uno que lidera Portugal para desarrollar un sistema marítimo no tripulado para la guerra antisubmarina (MUSAS, por sus siglas en inglés).

El objetivo es desarrollar un sistema de comunicación, mando y control avanzado para la guerra antisubmarina. Este proyecto, al que se sumarán también Francia y Suecia, contribuirá a responder a las tácticas de denegación del espacio por parte de adversarios y la intrusión o amenazas a las líneas de comunicación y mejorar a su vez la protección de infraestructuras submarinas y sistemas de energía en el mar.

Otro de los proyectos al que se sumará España es el proyecto coordinado por Francia, bautizado 'Twister', para reforzar las capacidades de alerta temprana e intercepción de amenazas en el espacio, con el objetivo de que los europeos tengan capacidad propia de contribuir al sistema de defensa antimisil de la OTAN, al que también se sumarán Finlandia, Italia y Países Bajos, así como al que lidera Francia para desarrollar las capacidades de guerra colaborativa a partir de diferentes plataformas, actuales y futuras, junto con Bélgica, Hungría, Rumanía y Suecia.

También se sumará España al proyecto liderado por Portugal para crear una academia en ciberseguridad y defensa, promoviendo los conocimientos e innovación necesarios en este ámbito y podría asimismo ayudar a coordinar ejercicios y la cooperación entre la UE y la OTAN y a otro coordinado por Alemania cuyo objetivo es desarrollar un centro de coordinación en el ámbito cibernético y de la información multinacional, en el que también participarán República Checa, Hungría y Países Bajos. Cada país decidirá, caso por caso, si contribuye con efectivos o con información para responder a una amenaza, incidente u operación.

España, junto con Rumanía, se sumará a otro proyecto coordinado por Francia, para desarrollar la base tecnológica industrial europea en materiales y componentes tecnológicos que contribuyan a la seguridad de suministro.

También se aprobarán un proyecto de Italia y Francia para diseñar y desarrollar el prototipo de la nueva corbeta de patrulla europea, Polonia y Hungría pondrán en marcha un centro de entrenamiento médico en apoyo a las fuerzas especiales, mientras que Rumanía, Francia e Italia colaborarán en un proyecto para estandarizar el entrenamiento para responder a incidentes químicos, biológicos, radiológicos y nucleares (CBRND).

A su vez Rumanía, Bulgaria y Francia promoverán una red de centros de buceo en apoyo a operaciones y misiones de la UE, Hungría, Francia, Alemania, Polonia y Eslovenia quieren poner en marcha un centro de entrenamiento táctico y de simulación, que funcionaría de forma descentralizada con varios centros en Europa e Italia, Francia y Rumanía quieren cooperar en una arquitectura para facilitar la inserción de los drones en el espacio único europeo.

Se trata de la tercera oleada de proyectos que se aprueban en el marco de la PESCO, el instrumento previsto en el Tratado de Lisboa para avanzar en la integración militar, tanto en el plano del desarrollo de las capacidades como en términos operativos, al que se sumaron todos los países salvo Reino Unido, Malta y Dinamarca en 2017. A cambio tuvieron que asumir una veintena de compromisos vinculantes, entre otros para aumentar el gasto en defensa, desarrollar capacidades y aportar fuerzas para operaciones.

Los países presentaron 15 proyectos en total, pero uno fue retirado y otro fue rechazado. Inicialmente, la Agencia Europea de Defensa sólo recomendó aprobar tres de los proyectos por su utilidad para contribuir a capacidades criticas deficitarias, pero aceptó otros tres después de recibir más información de los Gobiernos, mientras que las autoridades militares europeas respaldaron siete por su valor en términos operativos.

Varias fuentes europeas y diplomáticas reconocen la necesidad de reducir la lista de proyectos --ya hay 47 sobre la mesa-- en el futuro y centrarse en los más viables y con verdadero valor añadido, algo que deberán abordarse en el marco de la revisión estratégica de la PESCO que se llevará a cabo el año que viene. Entre otros, se abordarán la posibilidad de cerrar proyectos que se ven que no son viables o no avanzan o promover la fusión de varios de ellos.

CONDICIONES PARA LA PARTICIPACIÓN DE TERCEROS EN LA PESCO

Los ministros de Defensa también abordarán en su reunión las condiciones para autorizar la participación de países terceros en la PESCO, que una fuente de alto nivel europeo confía en que sea posible aprobar en cuestión de "semanas, más que meses" aunque "algunos" países confiaban en pactarlo en esta reunión. "Es un tema complicado. Hay que ir con cautela", han resumido fuentes diplomáticas.

Países como Francia, pero también España, Italia y Alemania dejan claro que la participación de terceros debe ser "excepcional", limitado a proyectos donde sea estrictamente "necesario" y sujeto a "condiciones" para garantizar que dicha participación no perjudica los intereses de seguridad de la UE y sus Estados miembro, por ejemplo que Estados Unidos no impida la exportación o uso posterior de equipos desarrollados con tecnología estadounidense e insisten en el objetivo de promover la base industrial tecnológica de la defensa europea "con un espíritu de autonomía estratégica".

Chipre y Grecia ven con especial preocupación la participación de empresas turcas en la PESCO, mientras que Dinamarca, Suecia y Países Bajos se muestran mucho "más abiertos" a la participación de terceros.

Los ministros de Defensa también darán luz verde a un presupuesto "congelado" de 34,1 millones de euros para la Agencia Europea de Defensa en 2020 frente a los 36,5 millones que solicitaba, aumento que rechaza Reino Unido. El compromiso sobre la mesa es que una vez se despeje el Brexit se haga una rectificación presupuestaria para llegar al presupuesto solicitado.

OPERACIONES Y LA COOPERACIÓN CON LA OTAN

Los Veintiocho también abordarán la cooperación con la OTAN con el vicesecretario general aliado, el rumano Mircea Geoana y harán balance de las operaciones y misiones en marcha, especialmente en Malí y el Sahel.

Francia plantea la necesidad de que los europeos puedan hacer "acompañamiento y asesoramiento" a las fuerzas sobre el terreno --tanto en Malí como a la fuerza conjunta de Malí, Níger, Burkina Faso, Mauritania y Chad-- ante el deterioro de la situación, aunque ello requeriría el despliegue de un mayor número de fuerzas, incluido fuerzas de protección, apoyo logístico y médico.

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