IBIZA, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
El subdirector general y director financiero de la compañía Pharma Mar, Luis Mora, afirmó hoy que las aguas de Formentera cuentan con una especial biodiversidad de microorganismos gracias a la cuál ha podido desarrollarse el Yondelis, el primer fármaco anticancerígeno de España.
Según agregó el experto, en declaraciones realizadas a Europa Press, se trata de un medicamento con una efectividad del 27 por ciento de cura en los 270 pacientes en los que ha sido probado, y con el que se espera tratar a alrededor de 4.000 o 5.000 afectados en todo Europa.
Para el subdirector de la empresa es de destacar que las aguas de la isla pitiusa "cuentan con una riqueza inexplorada", causa por la que, aunque se han emprendido investigaciones en otras zonas, sus particularidades las hacen especiales.
Según Mora, "las investigaciones se realizan recogiendo muestras marinas por todo el mundo para encontrar una réplica química con el fin de no tener que explotar de forma excesiva los océanos y los mares", como ocurre con el Yondelis
Las investigaciones se efectuaron en s'Estany des Pudent entre 2001, 2002, y 2003. Pharma Mar logró la replica en laboratorio del microorganismo, pero el resultado de los ensayos producidos en Formentera sirve ya para tratar sarcomas sobre tejidos blandos autorizados.
Mora aclaró que en los próximos meses se presentará el dossier de registro de este fármaco contra el cáncer de ovario a las autoridades europeas. Pharma Mar también prevé comenzar a trabajar con el Yondelis "de cara a paliar otras patías como el cáncer de mama o de pulmón".
El subdirector de la empresa farmacéutica española afirmó que "el compuesto que se ha extraído del microorganismo cultivado en Formentera, el Ecteinascidia turbinata, evita que las células cancerigenas se repliquen". Algo que no logra ningún otro componente en el mundo.
Según Mora Pharma Mar es una empresa líder mundial en desarrollo de fármacos de origen marino, que toma el mar como fuente de medicamentos a través del aislamiento de sustancias para que puedan ser empleadas en tratamientos humanos.
"Este agente tumoral se une al surco menor del ADN e interacciona con los factores de trascripción y las encimas de reparación de su cadena favoreciendo la muerte de las células cancerígenas, del mismo modo que la misma enfermedad", según repuso Mora.
