La esposa de De Juana denuncia que ambos han sufrido "un auténtico linchamiento"

Actualizado: viernes, 29 agosto 2008 13:41

BILBAO, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -

La esposa de Iñaki De Juana, Irati Aranzabal, censura hoy en un artículo de opinión publicado en el diario Gara "el auténtico linchamiento" que, según indicó, han sufrido ambos y que evidencia que "vivimos en un Estado de excepción en el que todo vale para destruir al disidente". Asimismo, censura la "complicidad" del Gobierno vasco y el PNV.

Aranzabal, que explica que hasta ahora ha "guardado silencio" para "no dar bazas a este Estado carroñero", afirma que tampoco desea que "crean que pueden silenciar a los independentistas, a los abertzales, a los euskaldunes". "Tenemos una nación y todo el derecho a vivir en ella", asevera.

Denuncia que han sido objeto de una "campaña mediática" iniciada un año antes de que De Juana "debería haber salido de prisión en octubre de 2004". "Un medio lanza la mentira, otro le sigue, asociaciones de 'víctimas' subvencionadas por el Estado saltan a la palestra, la judicatura se hace eco de la denominada y ficticia alarma social, la Fiscalía toma iniciativas, el Ejecutivo propone reformas legales, el legislativo las aprueba y la nueva tuerca represiva se cierra sobre los vascos malos", asegura.

AMENAZAS

Aranzabal denuncia que, tras conocerse la puesta en libertad de el ex preso de ETA, "aumentó terriblemente la campaña de acoso", produciéndose "un auténtico linchamiento" contra De Juana y contra ella, que asegura haber sufrido "continuos daños intencionados" en su vehículo y "sucesivas amenazas escritas y telefónicas".

Asimismo, censura la "complicidad" del Gobierno vasco y del PNV, incluido el dirigente guipuzcoano Joseba Egibar. "Incluso se permite aconsejar que me marche de Euskal Herria junto a mi compañero", se queja.

De Juana abandonó el pasado 2 de agosto la cárcel de Madrid VI-Aranjuez, tras pasar 21 años en prisión. El ex preso de ETA fue detenido junto a otros integrantes del 'comando Madrid' en 1987 y condenado a más de 3.000 años de prisión por 25 asesinatos, entre ellos los 12 agentes de la Guardia Civil fallecidos en el atentado de la Plaza de la República Dominicana de Madrid. Juzgado por el antiguo Código Penal, cumplió 18 de estos años.

No obstante, en 2006, fue condenado de nuevo por amenazas terroristas por dos artículos publicados en el diario 'Gara' en diciembre de 2004.

La pasada semana la Audiencia Nacional solicitó a través de un exhorto a los Juzgados de San Sebastián que localicen y citen a declarar al ex preso de ETA en relación a la carta a la que se dio lectura durante el acto de homenaje celebrado pocas horas después de su salida de prisión en San Sebastián.