Estatut.- Piqué dice que "alguien se tendrá que bajar los pantalones" si se quiere aprobar la reforma

Actualizado: miércoles, 11 enero 2006 19:59

Defiende que Hernando habló "de buena fe", aunque de forma "desafortunada", y ve "una exageración" pedir su dimisión

BARCELONA, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, destacó hoy la "dificultad extrema" que representa alcanzar un acuerdo entre los partidos catalanes que apoyan el Estatut, por la "discrepancia profunda de filosofías" entre unos y otros. Para Piqué, para que pueda aprobarse el texto "alguien se deberá bajar los pantalones y la pregunta es quién se los bajará", si el Ejecutivo español o los partidos catalanes.

En una entrevista en el programa 'El Club' de TV3, Piqué se mostró convencido de que, en caso de aprobarse, del Congreso "saldrá una cosa que tendrá muy poco que ver con lo que salió del Parlament" de Cataluña.

El líder popular aseguró que de sus conversaciones con ambos bandos de la negociación extrajo "la impresión" de "profundo pesimismo y dificultad extrema para llegar a un acuerdo", ya que "no se trata de transaccionar" porcentajes de texto, "sino que hay una discrepancia profunda de filosofías".

En cuanto a las declaraciones del presidente del Tribunal Supremo (TS) y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Francisco José Hernando, Piqué reconoció que la comparación que hizo entre el aprendizaje del catalán --para los jueces que ejerzan en Cataluña-- con el de las sevillanas en Andalucía fue "absolutamente desafortunada".

Sin embargo, consideró "una exageración" la reacción del conseller de Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura, que esta mañana reclamó la dimisión del magistrado y alegó que "ha habido declaraciones mucho más estridentes que éstas" en el debate estatutario.

"HERNANDO HABLÓ DE BUENA FE".

Piqué defendió a Hernando asegurando que hizo esas manifestaciones "de buena fe" con la intención de expresar que aprender el catalán no ha de ser una obligación para los jueces sino que depende de su predisposición personal a la hora de integrarse en una nueva sociedad.

"No creo que hiciera una comparación en sentido estricto" entre el catalán y las sevillanas, "sino que buscó un símil" para explicarse y el que encontró "no fue muy afortunado", puesto que "no es comparable una lengua con una manifestación folklórica", añadió Piqué.

Respecto a la OPA de Gas Natural sobre Endesa, Piqué se mostró "en desacuerdo con que se presenté como un triunfo de Cataluña" y criticó la forma en que "el Gobierno central ha politizado" una operación empresarial.

Piqué consideró "inadmisible" que el portavoz del Gobierno central "convoque una rueda de prensa para descalificar al Tribunal de Defensa de la Competencia", con lo que cometió el "error" de "politizar" la operación.

El ex ministro de Industria no quiso pronunciarse sobre la conveniencia o no de la OPA y simplemente dijo estar "a favor de que se hagan las cosas bien", asegurando que no le había gustado "nada cómo se ha tratado este tema hasta ahora desde ningún lugar".

"ES POSIVA LA DIVERSIDAD DE OPINIONES EN EL PARTIDO".

Piqué dijo sentirse "cómodo" en el PP "porque es el partido que mejor interpreta mis convicciones liberales" y reclamó que "no se confunda radicalidad con firmeza a la hora de hacer oposición", en alusión a las críticas de radicalización que se han hecho al PP desde que salió del Gobierno.

El dirigente popular destacó que el PP "es un partido muy amplio y de muchas sensibilidades", puesto que agrupa a 10 millones de personas, y reconoció que a él se le suele "identificar con una de estas sensibilidades", algo que dijo que "no me sabe mal".

"No nos ha de extrañar, sino que es positivo, que dentro del PP haya diversas opiniones", afirmó Piqué, argumentando que dentro del partido "hay de todo, hay gente que estaría muy a la derecha, gente de centro derecha, de centro y gente que en otras ocasiones votó al PSOE y ahora cree que el PP puede estar más cerca de sus intereses".

Piqué se mostró convencido de que 'colgará las botas' en el PP, después de una trayectoria política que le ha llevado desde "la izquierda en la época de universidad", durante la transición, hasta "una ideología liberal" de la que "no he tenido que abdicar" en ninguna ocasión a lo largo de su carrera política.

El presidente del PP de Cataluña reconoció que fue una "decisión difícil y muy meditada" al de dar el paso a la política catalana, pero aseguró que asumirá esta responsabilidad "hasta el final". En este sentido, apostó por "procurar hacer compatibles" el PP con Cataluña, algo que reconoció "muy difícil pero no imposible".