Estatut.- Rajoy avisa que se deja abierta la puerta al aborto y la eutanasia y a que la Generalitat lo favorezca

Actualizado: viernes, 24 marzo 2006 19:36

Cree "lamentable" que "entusiastas promotores" del Estatut se digan defensores de la libertad de enseñanza y derechos de los padres

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BARCELONA, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PP, Mariano Rajoy, advirtió esta tarde que el proyecto de Estatut catalán abre la puerta al aborto y a la eutanasia y permite, además, que la Generalitat pueda favorecerlo. "La redacción del artículo 39 es inequívoca. Deja abierta una puerta al aborto libre que las políticas públicas de la Generalitat se encargarán de favorecer mediante un sinfín de campañas e iniciativas que pueden dejar sin contenido la actual legislación. Y lo que se dice del aborto puede afirmarse también de la eutanasia", apostilló.

En una conferencia que pronunció en Barcelona invitado por las Entidades Catalanas de la Familia, afirmó que la "literalidad" de artículos de la propuesta estatutaria como el 39, ya citado, o el 20 ("Todos tienen derecho a vivir con dignidad el proceso de su muerte"), en ningún caso "engañan". "Sobre todo, si acompañamos su lectura con la decisión del comité asesor del Gobierno de la Generalitat de abogar por la despenalización de la eutanasia y el suicidio asistido, impulsando la fijación de los protocolos médicos al respeto", enfatizó.

Según Rajoy, además de cuestiones como la vida o la muerte, el nuevo Estatut pretende revisar conceptos como el de la familia, porque sus autores no han tenido en cuenta su "función básica" en la organización social. "Desaparece incluso el concepto de matrimonio. ¿La dilución del modelo mayoritariamente vigente de familia en distintos tipos y modalidades de convivencia es lo que quiere la sociedad catalana para su futuro?", planteó.

EDUCACIÓN Y "PAGAR" POR LA RELIGIÓN

El líder de los 'populares' se refirió también al modelo de Educación que se impulsa desde el nuevo Estatuto y que, bajo su punto de vista, se desliza "hacia los clásicos planteamientos de la izquierda, que ha mantenido una actitud de hostilidad hacia la libertad de enseñanza y ha pretendido un modelo de escuela única, pública y laica".

"Además, el derecho que asiste a los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones, queda proclamado exclusivamente para las escuelas de titularidad pública", destaca Rajoy, que añade que ese "sorprendente tratamiento" obedece a un intento de "paliar la inquietud" que provocaría, a su entender, decir que en la escuela pública la enseñanza es laica.

"La enseñanza laica en la historia educativa europea es un concepto que obedece a un modelo preciso: aquél en el que queda excluida la enseñanza religiosa de las enseñanzas escolares por considerar que no debe integrarse en los conocimientos que han de transmitirse en el ámbito escolar --aduce--. Pues bien, ese modelo ha sido rechazado explícitamente en el artículo 27 de la Constitución".

Dicho esto, incidió en que, una vez aprobado el nuevo Estatut, "únicamente" podrá estudiarse religión fuera de las horas lectivas y sin ningún valor académico. "Resulta lamentable que entusiastas promotores y autores de este Estatuto, que se declaran defensores de la libertad de enseñanza y de los derechos de los padres, hayan aceptado la redacción de este artículo", determinó.

"Sobre todo porque éste no es, precisamente, un asunto menor. No hay que olvidar que el citado precepto lo que hace es instituir, por la vía de los hechos, una doble red educativa en Cataluña, aunque no por la lengua, sino por la religión: quien la quiera que la pague", prosiguió.

Rajoy denunció que, asimismo, queda "debilitado" el derecho de los padres a elegir centro docente diferente a los de titularidad pública en condiciones de gratuidad. "¿Por qué se pretende debilitar el derecho de elegir centro docente por parte de las familias que no dispongan de recursos económicos para sufragar el coste de la educación de sus hijos?; ¿por qué esta opción claramente restrictiva del Estatuto, cuando estamos en presencia de un derecho que millones de familias en toda España, y particularmente en Cataluña, aprecian cada vez más y quieren ejercer sin trabas ni obstáculos?", se preguntó.

También hay "intervencionismo", dijo, en el ámbito lingüístico del Estatut, puesto que "no hace posible" el bilingüismo en la educación e impone "reglamentación" en lo que concierne a las relaciones privadas, lo que "puede hacer mucho daño al futuro de la sociedad catalana".

"ESPÍRITU DE RECONCILIACIÓN"

Rajoy se definió ante los asistentes a su conferencia como el presidente de un partido de "centro reformista" que sitúa a las personas, sus derechos y libertades como objeto de su acción política y que, además de la tradición liberal, defiende el humanismo cristiano en su ideario.

Manifestó su creencia en la vigencia de la Constitución del 78 y los derechos que promulga, una Constitución que se construyó "entre todos" y que fue el fruto de una Transición en la que el "espíritu de reconciliación" fue fundamental. "Aquel 'espíritu de reconciliación' no debe ser considerado como un elemento contingente de nuestra transición a la democracia, sino como elemento permanente", recalcó.

"Por eso tengo que decir, y lo digo con profunda amargura y tristeza, que el proyecto de Estatuto, particularmente en su artículo 54, no responde al espíritu de reconciliación --aseveró--. Una norma estatutaria debe tener la vocación de ser el lugar de encuentro de todos los catalanes. Debe ser el instrumento fundamental para la concordia de los catalanes y para la concordia de éstos con el resto de españoles".

Tras hacer hincapié en que la "construcción" del modelo de Estado exige "el máximo consenso posible", no ocultó su oposición hacia una propuesta estatutaria que busca "unificar la sociedad catalana bajo un rígido e ideológico modelo dirigista basado en los valores de la izquierda", sostuvo.

"Mis conclusiones son que el Estatuto no es bueno para el futuro de la sociedad catalana. No es fruto de un consenso básico y duradero. Va a dividir a la sociedad. Va a dañar gravemente las libertades. Va a crear una Generalitat fuertemente intervencionista. Y va a contribuir a construir una sociedad cerrada", sentenció.

Finalmente, Rajoy pidió que se abra "un gran debate" en la sociedad catalana sobre todas estas cuestiones, que llegue "a todos los rincones" y haga que la ciudadanía tenga conciencia "de lo que está en juego".