MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Pleno del Congreso de los Diputados admitió hoy a trámite la propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla y León, con el voto a favor de todos los grupos, excepto la abstención de IU-ICV y el BNG. El texto será revisado ahora en la Comisión Constitucional.
El diputado por Palencia Julio Villarrubia ejerció de portavoz del PSOE. Defendió como "un éxito" el desarrollo autonómico del país, que ha crecido "mucho" y "construido una sociedad más justa y equitativa". "Ha sido la España autonómica la que ha consolidado los pilares del estado del bienestar", argumentó.
Villarrubia defendió "un desarrollo armónico del Estado autonómico desde los principios de lealtad institucional y cohesión territorial" y recordó cómo en dos años, ocho CCAA han aprobado sus respectivos estatutos. "Probablemente, en la próxima legislatura lo harán el resto", auguró, porque los estatutos primeros se centraron sobre asuntos básicos. "Lejos de desvertebrar España, la estamos haciendo más fuerte, más eficaz y más cohesionadas", añadió.
El portavoz socialista se mostró convencido de que esta reforma es buena para Castilla y León porque "incrementa notablemente el nivel de autogobierno y, sobre todo, va a mejorar la vida de los ciudadanos". Y repasó diversos capítulos del proyecto, empezando por la definición de la comunidad, que reconoce "reconoce el papel histórico que han jugado Castilla y León y la singularidad que todavía hoy tiene, pero siempre dentro del conjunto de España".
Villarrubia se refirió igualmente el descenso continuo de población en la Comunidad y señaló que "el presente estatuto ha de tener en el futuro una primera seña de identidad: que consiga evitar la sangría, el desgarro que supone el éxodo masivo de los jóvenes de nuestra querida tierra".
Defendió a continuación la organización institucional, el municipalismo del texto, las relaciones con el Estado, el capítulo competencial, con materias nuevas, o el de la financiación, con "recursos suficientes" para que Castilla y León tenga "servicios públicos equiparables a los del conjunto del Estado". "En definitiva, no hay autonomías de primera y de segunda", aseguró Vilarrubia, para quien es "difícil no asumir la tendencia igualadora de nuestro Estado autonómico". "Este Estatuto que hoy debatimos es buena prueba".
DEFENSA DEL PP.
La diputada y secretaria de Política Local y Autonómica del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, confirmó el voto favorable de su grupo parlamentario asegurando que el PP "se reconoce plenamente en esta reforma", a la que se refirió como "cabal, leal con la Constitución y con la ley", así como "nacida del consenso de los dos grandes partidos al servicio del interés general de castellanos y leoneses y de todos los españoles".
Durante su intervención en el debate en el Pleno, indicó que este texto ha sido un "ejemplo de consenso, de cómo deben hacerse las cosas" entre los dos grandes partidos, "que es como se había hecho siempre". Según adelantó, espera que esto siga siendo así después del paso de la propuesta por el Congreso, de modo que acabe "con el mismo consenso e incluso mayor". "Ojalá pudiera culminar con acuerdo de todos", sentenció.
Sáenz de Santamaría afirmó que el PP quiere para Castilla y León "los mismos derechos que deben disfrutar en igualdad todos los españoles", y aseguró que los ciudadanos nunca tendrán "más derechos que cuando entró en vigor la Constitución". Destacó la protección de los derechos que establece el proyecto, y agregó que éste concibe las competencias en términos de "obligación, eficacia y responsabilidad, no como una carrera desbocada por mayores cotas de poder".
También subrayó que este Estatuto "no habla de privilegios" y defiende un modelo de financiación "solidario y multilateral". "La experiencia de otros debates debería hacer reflexionar a algunos para que la senda del entendimiento y no otra sea la que mida la sinceridad de pretendidos talantes. Así espero se haga siempre".
Resaltó la "lealtad sincera" a la Constitución de este texto, el cual no contempla a la Carta Magna como "límite, sino como fundamento". Así, señaló que Castilla y León es una CCAA "plenamente identificada con lo que ha representado y representa España", y aprovechó para apuntar que, por ejemplo, "no hace de la lengua un instrumento de oposición, sino de entendimiento".
PEGAS NACIONALISTAS.
Por CiU, Jordi Xuclà confirmó su voto favorable, así como también a las enmiendas que presente el PNV respecto al Condado de Treviño y las pretensiones de segregación. Recalcó la necesidad de basar las reformas estatutarias en el "autonomismo por convicción", frente al "autonomismo por arrastre", y en los principios y necesidades de cada Comunidad.
El diputado de CiU aplaudió la "gran sensibilidad" de la propuesta hacia la riqueza lingüística con el reconocimiento de la lengua leonesa, la inclusión de los "derechos estatuyentes", la descentralización del poder judicial o el reconocimiento de la participación de la región en la política europea, "tan fuertemente criticado en el debate de otros Estatutos como el de Cataluña".
El diputado de ERC, Joan Tardá, dijo que su formación respeta las propuestas autonómicas y anunció que tampoco en esta presentará enmiendas. Aseguró que ERC considera esta Comunidad "como mínimo una nación más" pero que comparte la idea de que "sea lo que quiera ser y que niegue si quiere su condición en favor de la nación española".
Tardá lamentó que el texto no reconozca "diferenciaciones" entre los antiguos reinos de Castilla y de León, reivindicó un referéndum para el condado de Treviño y pidió que se "rescate del estado de minorización actual" a la lengua leonesa. Además, celebró la incorporación de las referencias a la lengua gallega.
El portavoz de PNV, Aitor Esteban, anunció el apoyo favorable de su grupo a pesar del contenido de la Disposición Transitoria III, en la que centrarán sus futuras enmiendas, que hace referencia a la protección del territorio ante las peticiones de segregación del Condado de Treviño, "una reivindicación que los vecinos de los dos ayuntamientos han solicitado este mismo año".
Esteban acusó al Gobierno de Castilla y León de no cumplir sus obligaciones con los ciudadanos del citado enclave burgalés, especialmente en el aspecto lingüístico, cuando sí se ha hecho un reconocimiento expreso en la propuesta de reforma a la lengua leonesa y a los territorios donde se habla gallego. Advirtió que se anula así el artículo 8 del Estatuto vasco y dijo que no van "a permitir".
Isaura Navarro (IU-ICV) calificó de "restrictiva" la reforma acordada por PSOE y PP, a quienes acusó de "oscurantismo" y "falta de ambición". Aseguró que su grupo no quiere un estatuto "a la cola" de otros reformados y anunció enmiendas al texto. "El tren de las reformas estatutarias pasa hoy y tardará mucho tiempo en volver a pasar. No lo pierdan, no deben desaprovechar esta oportunidad para ser una autonomía de primera", agregó, anunciando la abstención.
El portavoz de CC, Luis Mardones, dio el apoyo de su grupo al texto, que suscribió "de principio a fin" y, tras anunciar que no presentará ninguna enmienda, dijo que los canarios se sienten reflejados en un documento que recoge dos principios como son la singularidad de sus señas de identidad y el respeto constitucional.
Francisco Rodríguez (BNG), anunció la abstención de su formación, puesto que aunque el Estatuto propuesto es "respetable y legítimo", se sienten "francamente mal tratados" en la consideración del gallego. Reclamó que esta "discriminación" pueda "solventarse" y subrayó que el BNG esperaba que se aceptara la cooficialidad del gallego en determinados territorios, como El Bierzo. Uxue Barkos (Nafarroa-Bai) manifestó su voto favorable, aunque puntualizó que hay un "desencuentro evidente" en el caso del condado de Treviño.
