MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, constató hoy que el nuevo Estatuto para la Comunidad Autónoma, lleva "mucho tiempo paralizado" por falta de acuerdo entre PSOE y PP en el Congreso de los Diputados en torno a su redacción, y confió en poder desbloquearlo en septiembre.
"Ha quedado pendiente para septiembre. Entonces lo tendremos que desbloquear, lleva mucho tiempo paralizado. En Castilla-La Mancha hicimos el trabajo de ponernos de acuerdo, pero se atascó en el Congreso por las tensiones territoriales que genera la cuestión del agua, que pone de manifiesto que no es tanto una cuestión ideológica como un planteamiento de interés territorial", expuso en declaraciones a Radio Nacional recogidas por Europa Press.
Barreda agregó que en materia de agua los planteamientos de PSOE y PP se "cruzan en función del territorio desde el que se emite la opinión", al tiempo que subrayó que en su CCAA tienen "derecho por lo menos a lo mismo que el resto" de Autonomías, "a tener una reserva estratégica" que asegure sus "necesidades de agua presentes y futuras".
Preguntado por un posible trasvase desde el Tajo Medio, una alternativa apuntada por la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, el presidente castellano manchego lo descartó por completo. Así, aseguró que lo que le ha dicho la ministra y los miembros del Gobierno con los que ha hablado es que "de eso no hay nada oficialmente".
ACUERDO SOCIAL EN CASTILLA-LA MANCHA
Por otro lado, Barreda valoró positivamente el pacto social alcanzado en su Comunidad. "En Castilla-La Mancha tenemos costumbre de llegar a acuerdos y hay un microclima de entendimiento que está dando frutos desde hace ya unos cuantos años. Tenemos una relación muy cordial y fluida con sindicatos y empresarios, que en esta ocasión ha dado este fruto del que me siento muy satisfecho, porque en situaciones excepcionales hay que dar respuestas excepcionales", planteó.
A su juicio, esta crisis exige la "corresponsabilidad de todo el mundo para que todo el mundo empuje en la misma dirección". Apuntó que ahora es el momento de la "grandeza de miras, de dejar a un lado las diferencias, que las hay y son lógicas", pero subrayó que hay que hacer "ese esfuerzo de encontrar un punto" en el que todos puedan "coincidir para defender el interés general".
En este sentido, indicó que el pacto tiene "vocación de permanencia" en tanto en cuanto duren las circunstancias que lo han hecho aconsejable, mientras siga la situación de "dificultad con ocasión de la crisis". Además, aseguró que los Presupuestos de la CCAA para 2010 se van a elaborar con los agentes sociales que han firmado el pacto, y recalcó que "todas las medidas que se incluyen el pacto tienen reflejo presupuestario, más de 2.000 millones de euros".
Por último, lamentó que IU y PP se hayan autoexcluído del acuerdo y resaltó que "entre esos dos extremismos" está el equilibrio. Valoró las aportaciones de IU durante el proceso de negociación con aportaciones "interesantes", pero apuntó que al final sus "exigencias maximalistas no fueron aceptables para empresarios, sindicatos, ni Gobierno". Sobre el PP, remarcó que "ni si quiera quiso hablar".
