Un estudio advierte a la UE de que las cárceles se están convirtiendo en centro de reclutamiento fácil de islamistas

Actualizado: domingo, 5 octubre 2008 13:41

Especialmente en países como España, donde el fenómeno de los imanes radicales es "prácticamente inexistente"

MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los Gobiernos de la UE deberían prestar una "atención urgente" a la situación de las cárceles de sus países si quieren luchar contra el islamismo radical, ya que mientras el aumento de los controles de las autoridades sobre las mezquitas ha alejado a los 'reclutadores' de los templos religiosos, las prisiones se están convirtiendo en un lugar de fácil captación, debido a la mayor dificultad de control y a la "vulnerabilidad social" de los internos

Ésta es una de las principales conclusiones de un estudio elaborado por el King's College de London a petición de la Comisión Europea, que advierte a los países de la UE de que deberán dirigir sus esfuerzos al "gran motivo de preocupación" que suponen las cárceles, lugares "altamente propicios para la radicalización". El informe, titulado 'Reclutamiento y movilización para el movimiento militante islamista en Europa', ha sido elaborado a partir de un extenso trabajo de campo en Reino Unido, Francia y España.

En muchas ocasiones, explica el documento, la religión proporciona a los presos "una sensación de seguridad y les ofrece una posibilidad de romper con el pasado". Además, pueden encontrar en el Islam radical un "símbolo del desafío antisistema". De hecho, agrega, el número de conversiones al islamismo, tanto por parte de musulmanes no practicantes como por pertenecientes a otras confesiones, es "mucho más alto" que en el resto de la población.

La captación puede proceder de imanes radicales, que acceden a las cárceles porque aseguran proporcionar enseñanza religiosa y que son difíciles de detectar y controlar, ya que el Islam en sí es una confesión que no exige cualificaciones formales para sus líderes. Pero, además, los propios presos ejercen en muchas ocasiones de vínculos hacia la 'yihad', ya que en el caso de personas condenadas por delitos de terrorismo, su credibilidad y reputación "sobrepasa a cualquier predicador radical".

PRESOS DE NIVEL BAJO

Sin embargo, mientras las autoridades penitenciarias dedican "gran parte de los recursos" a vigilar a los presos más importantes, el sistema "no tiene capacidad para controlar las actividades de aquellos condenados por delitos menores". "Es precisamente esta segunda categoría de presos, aquellos que van a ser puestos en libertad en un periodo relativamente corto de tiempo, esto es, dos o tres años, los que merecerían una mayor atención", advierte el informe.

Según el King's College, las soluciones a corto plazo para atajar la radicalización de presos pasarían, además de por la colaboración con las principales autoridades islámicas para un mayor control de las personas que acceden a las prisiones, por "una fuerte inversión" en la formación de equipos capacitados para detectar la radicalización y el reclutamiento".

Esta tendencia, explica el informe, se suma a la dificultad de la captación desde las mezquitas y a la "pérdida de influencia" de los imanes radicales, que, además en países como España, no encuentran el caldo de cultivo necesario para que arraiguen sus discursos. De hecho, explica el documento, todos los entrevistados en España -islamistas, líderes religiosos y autoridades-- para la elaboración del informe aseguraron que el fenómeno de los imanes radicales es "insignificante o casi insólito" en el país.

La causa eside en que los imanes radicales principalmente dirigen sus arengas a las prácticamente inexistentes en España segunda y la tercera generación de musulmanes europeos, que muchas veces viven bajo un sentimiento de "alienación y exclusión", ya que no se sienten integrados en el país en el que nacieron, pero tampoco comparten las creencias de sus progenitores.

Así, mientras los imanes radicales han sido encarcelados o deportados en muchos países, las mezquitas cada vez se prestan menos a ser sus plataformas y hay legislaciones más duras contra la exaltación del terrorismo, el perfil del reclutador se ajusta ahora al del "activista" o la persona que se erige como líder de una célula pequeña con miembros unidos por vínculos familiares o de amistad.

Estas personas, explica el informe, pueden recurrir a las mezquitas para buscar a personas que sigan sus consignas, pero no se sirve de estos lugares para el adoctrinamiento, que cada vez más se realiza en pisos privados y lugares no vigilados.

Por otra parte, el informe advierte de que, en este entorno de mayor dificultad para el "reclutamiento abierto", la importancia de Internet como lugar de captación continuará creciendo, ya que es la herramienta más barata, anónima y global que existe para ello.

MEZQUITAS, LIBRERIAS Y ESCUELAS RADICALES

Teniendo en cuenta el panorama dibujado por el informe, sus autores recomiendan a los países de la UE que, además de controlar las cárceles, impidan la emergencia de lugares que sirvan de imán para los reclutadores, tales como mezquitas, librerías o escuelas radicales, a través de la "tolerancia cero". Esta política, agrega, deberá aplicarse también a organizaciones que defiendan un islamismo radical aunque sean puramente religiosas y no preconicen abiertamente la violencia y que, en ningún caso, deben ser aceptadas como "portavoces oficiales de la comunidad islámica".

Según el documento, todas estas medidas deberían ser puestas en marcha junto a otras de largo plazo, cuyos resultados pueden demorarse más pero que son "cruciales" para acabar con el apoyo al movimiento islamista. En concreto, explica, las principales comunidades musulmanas deben ser "revitalizadas y empoderadas", a través de incentivos políticos y económicos, y deberá "construirse o reconstruirse la confianza" con estas comunidades. "Los Gobiernos deben dejar claro que están de lado de la amplia mayoría decente que cumple la ley", afirma.