Reuters
Actualizado: lunes, 22 septiembre 2008 11:14


MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un brigada falleció esta noche un un atentado perpetrado por ETA en la localidad cántabra de Santoña. El militar estaba destinado en Segovia y se encontraba pasando unos días de descanso en el Patronato Militar 'Virgen del Puerto', según informaron a Europa Press fuentes del Gobierno de Cantabria.

La explosión sorprendió al brigada fallecido, Luis Conde de la Cruz, de 46 años, y al suboficial que resultó herido cuando ambos procedían a desalojar el edificio del Patronato Militar de la localidad, según informaron a Europa Press fuentes municipales.

Ambos militares residían en el complejo del Patronato Militar y la explosión se produjo cuando estaban intentando abandonar el edificio, después de que la Guardia Civil ordenara el desalojo del mismo.

El suboficial herido se encuentra ingresado en el Hospital de Laredo, donde esta madrugada fue intervenido quirúrgicamente.

Además, tanto el personal del patronato como los vecinos de los inmuebles colindantes ya habían regresado a sus viviendas poco después de las tres de la madrugada tras verificar que en la zona no había riesgo de una nueva explosión.

No obstante, la zona continuaba acordonada ya que la Guardia Civil seguía en el lugar recabando pruebas.

Un comunicante anónimo con voz de varón que dijo hablar en nombre de ETA alertó a las 00.24 horas en una llamada telefónica a la Asociación de Ayuda en Carretera (DYA) de San Sebastián de que un coche bomba haría explosión a la una de la madrugada en la calle Almirante Carrero Blanco de Santoña.

Según informaron a Europa Press fuentes de la DYA de San Sebastián, en esta ocasión el mensaje de aviso previo alertando de la explosión no estaba grabado previamente.

Finalmente, la explosión se llevó a cabo a la hora indicada y en la citada calle, donde se encuentra ubicado el Patronato, junto al Paseo Marítimo. El escaso margen de tiempo entre la llamada de aviso y la explosión del coche impidió que estas instalaciones fueran totalmente desalojadas.

Además, la honda expansiva ocasionó daños en la fachada del edificio, que ha quedado visiblemente afectada. Al lugar se trasladaron el presidente de la comunidad, Miguel Revilla, la vicepresidenta, Dolores Gorostiaga, el delegado del Gobierno, Agustín Ibáñez --natural de Santoña--, la alcaldesa de la localidad, Puerto Gallego y el primer teniente de alcalde, José Ramón Badiola.

Tras recibir la llamada de alerta, la DYA lo comunicó al Departamento vasco de Interior, que trasladó el aviso a las autoridades cántabras. Además, agentes de los Tedax se trasladaron al lugar y la zona ha sido desalojada y acordonada como medida de precaución.

TERCER COCHE BOMBA

Éste es el tercer coche bomba que ETA hace estallar en poco más de 24 horas, tras los de Ondarroa (Vizcaya) y contra Caja Vital en Vitoria. Días antes, el Tribunal Supremo ha ordenado la ilegalización de Acción Nacionalista Vasca (ANV) y el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV-EHAK).

En Ondarroa, diez personas --seis de ellos ertzainas-- resultan heridas y provoca importantes daños materiales en las instalaciones de la policía autonómica vasca y edificios adyacentes.

La explosión del coche, un Renault Clio cargado con 100 kilos de explosivo, estuvo precedida del lanzamiento de dos cócteles molotov para atraer a los agentes y no hubo aviso telefónico previo antes de la detonación, que se produjo a las 04.30 horas.

Horas antes, a la medianoche, explotó otro coche bomba cargado con 100 kilos de explosivos a escasos metros de la sede de Caja Vital en Vitoria. Una llamada previa, en nombre de ETA, permitió desalojar el edificio a tiempo, por lo que no hubo que lamentar heridos.

Además, la pasada semana la banda terrorista intentó asesinar a un policía nacional con una bomba-lapa colocada en los bajos del vehículo particular del agente, que no llegó a explotar y fue detectada en la comisaría de la localidad vizcaína de Basauri.

El policía nacional logró salvar su vida al no estallar la bomba-lapa, que fue detectada en las dependencias policiales de Basauri, después de haber recorrido más de diez kilómetros desde el barrio bilbaíno de Zorroza, en compañía de un familiar.

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