Actualizado: miércoles, 14 mayo 2008 10:13
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VITORIA, 14 May. (EUROPA PRESS) -

 Un muerto, Juan Manuel Piñuel Villalón, otros cuatro agentes de la Guardia Civil heridos --dos hombres y dos mujeres entre 35 y 41 años-- y una quinta persona con heridas leves que no precisó de hospitalización es el balance de víctimas del atentado cometido esta pasada madrugada por ETA contra la Casa Cuartel de Legutiano (Álava), según informaron a Europa Press fuentes de la Ertzaintza.

Los terroristas colocaron un coche bomba alrededor de las tres de la madrugada, junto a las viviendas, sin dar aviso previo para permitir la evacuación de los ocupantes.

   Villalón se encontraba hablando con la central operativa de servicios del Instituto Armado, alertando de que había una furgoneta estacionada fuera del acuartelamiento de Villareal, en Legutiano, cuando estalló el explosivo y se cortó la comunicación, según informaron a Europa Press fuentes de la Guardia Civil.

   Juan Manuel Piñuel se encontraba en el interior del pequeño edificio de vigilancia anexo al cuartel y, al advertir la presencia del vehículo, procedió a comunicar la existencia de una furgoneta sospechosa, así como  que un guardia civil había salido a identificarla. En ese momento, se produjo la explosión y se cortó la comunicación. El agente falleció al estallar el vehículo-bomba.

HERIDOS DE DIVERSA CONSIDERACIÓN, PERO FUERA DE PELIGRO

   Tres de las cuatro personas que resultaron heridas en el atentado perpetrado contra la casa cuartel de Legutiano (Álava), que costó la vida al guardia civil Juan Manuel Piñuel, permanecen ingresadas en los hospitales de Santiago y Txagorritxu, la más grave de ellas el sargento F.J.C.F., que ha sido intervenido quirúrgicamente, según informó Osakidetza.

   El sargento F.J.C.F., varón de 41 años de edad, presenta síndrome de aplastamiento, neumotórax y hemotórax izquierdo. Fractura vertebral, policontusiones y erosiones múltiples. Ha sido intervenido quirúrgicamente para estabilizar la columna vertebral y ha quedado ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Santiago, con pronóstico reservado.

   Su mujer, E.M.C., de 34 años de edad, presenta policontusiones y erosiones múltiples y herida en extremidad inferior izquierda.  Continúa ingresada en planta en el Hospital de Santiago, con pronóstico leve.

   Por otro lado, en el Hospital de Txagorritxu se encuentra ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos con traumatismo abdominal cerrado y heridas inciso-contusas en las manos, el guardia civil A.M.D., de 35 años de edad. Se encuentra consciente, estable, con funciones vitales conservadas y pendiente de evolución, aunque con pronóstico reservado.

   Por último, el Departamento de Sanidad recordó que la otra agente de la Guardia Civil herida en el atentado de Legutiano, P.O.V., fue dada de alta esta misma mañana.

RESCATADOS DE LOS ESCOMBROS

   Una vez movilizado el Equipo Técnico de emergencias que coordina el equipo de montaña de la ertzaintza y los perros de Salvamento y de rescate, se localizó a un agente sin vida y a otro herido, el sargento de la Guardia Civil. Una vez estabilizado, el agente fue trasladado también al hospital de Santiago. El juez de guardia procedió a las ocho menos diez esta mañana al levantamiento del cadáver de Juan Manuel Piñuel Villalón.

   Las alrededor de 15 familias desalojadas de la casa cuartel de Legutiano tras el atentado de ETA regresarán esta mañana a recoger sus enseres y, posteriormente, serán realojados en el acuartelamiento de Sansomedi, donde se encuentran ahora, según informaron a Europa Press fuentes del instituto armado.

   Unas 40 personas, entre ellas, mujeres y niños, se vieron obligados a abandonar sus viviendas, dentro de la casa cuartel después de estallar la furgoneta bomba, cargada con un potente explosivo.

   Con la ropa y objetos que tenían en ese momento en su poder, fueron evacuadas a las instalaciones de la Guardia Civil en Sansomendi, donde serán realojadas, ya que los destrozos causados en el edificio les imposibilita volver a sus viviendas.

UNA FURGONETA-BOMBA CON 300 KILOS DE EXPLOSIVOS

   La furgoneta-bomba que hoy estalló en el acuartelamiento contenía unos 300 kilos de explosivos, que estallaron pasadas las tres de la madrugada, según informaron a Europa Press fuentes de la investigación.

   Las mismas fuentes señalaron que el cuartel, situado junto al pantano de Villareal, ha quedado "destruido" porque "toda la parte central ha caído en pleno". Además, precisaron que la distancia entre la carretera en la que han colocaron el vehículo y la zona en la que está ubicado el acuartelamiento está a unos 70 metros.

ETA GUARDÓ DURANTE UN MES EL COCHE UTILIZADO EN LA HUIDA
  
 El comando autor del atentado de esta madrugada robó en Berango (Vizcaya) el Peugeot 306 utilizado en la huida el 14 de abril y lo escondió durante un mes, informaron a Europa Press fuentes próximas a la investigación. Los terroristas se desplazaron hasta el lugar del atentado en este coche y en la furgoneta donde habían cargado el potente explosivo.

   Tras dejar la furgoneta-bomba a unos metros del cuartel, en una carretera que roza el perímetro de seguridad, los terroristas, entre dos y tres, abandonaron el lugar en el Peugeot 306. El coche apareció poco después en un camino forestal del Puerto de Urkiola, cerca de Abadiño, con un dispositivo para quemar el vehículo y destruir las pruebas, que no llegó a funcionar.

   En el asiento del piloto, la Ertzaintza encontró una garrafa de gasolina, con una botella adosada y un piloto encendido en lo alto. Los artificieros autonómica desactivaron el mecanismo y dieron paso a sus compañeros de la policía científica, que intentaron recabar huellas y muestras de ADN. El coche ya ha sido entregado a la Guardia Civil, que se encarga de la investigación.

   Aún está por determinar donde fue robada la Citroen Berlingo utilizada para cargar el explosivo. Sin embargo, el robo del coche de la huida y el hecho de que los terroristas lo mantuvieran escondido durante un mes apunta a la autoría del 'comando Vizcaya', con infraestructura necesaria para ello.

LA ZONA PARECÍA "UNA GUERRA"

   Efectivos del servicio de bomberos que actuaron en el lugar del atentado explicaron que "parecía una guerra" y detallaron que ha sido preciso trabajar en condiciones de "mucha peligrosidad" y practicando los rescates "a mano". Asimismo, indicaron que el edificio quedó "prácticamente colapsado entero" y que otras viviendas cercanas también han sufrido "graves daños".

  Según indicó uno de los bomberos, tras recibir el aviso de la explosión a las tres y cuarto de la mañana, los efectivos desplazados a la zona se encontraron con una escena que "parecía una guerra". Los bomberos efectuaron las labores en una situación de "mucha peligrosidad" porque, según relató, el edificio "estaba en riesgo de derruirse".

  Los bomberos detallaron que los trabajos tuvieron que realizarse "casi todo a mano", por lo que se "ha tardado varias horas". Una de las personas heridas tuvo que ser rescatada "a unos tres metros por debajo", enterrado bajo escombros. Los bomberos lograron sacarle en un rescate efectuado "a mano" durante el cual, según indicaron, han conversado con él.

   El subinspector de Bomberos, Javier García, detalló que la casa cuartel "está prácticamente colapsada entera, derruida" y que también se encuentra "muy afectado un eficio entero". Las viviendas han sufrido "graves daños" y una vivienda que se encuentra a 50 metros está afectada en sus "líneas maestras". Por ello, será preciso efectuar "grandes reformas, porque está prácticamente derruido".

JUAN MANUEL PIÑUEL VILLALÓN, 41 AÑOS Y UN HIJO PEQUEÑO

   La víctima mortal en el atentado cometido esta pasada madrugada en Legutiano, Juan Manuel Piñuel Villalón, de 41 años, llevaba dos meses destinado en la localidad alavesa adonde se había desplazado desde su domicilio, en Málaga, para conseguir la preferencia que le permitiera volver a su lugar de origen, según informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.

   Piñuel estaba casado y tenía un niño pequeño. En el momento en el que estalló la bomba se encontraba en el pequeño edificio de vigilancia anexo a la casa cuartel.

   El edificio, quedó derruido por la explosión, al igual que la garita que se encontraba al lado. El cadáver tuvo que ser rescatado de los escombros.

ETA REAPARECE

   El atentado perpetrado hoy en la localidad contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Legutiano, en Álava, en la que ha muerto al menos un agente y otros cuatro han resultado heridos, es el tercer atentado mortal tras la última tregua.

   La última víctima mortal fue el ex concejal socialista del Ayuntamiento de Arrasate-Mondragón (Guipúzcoa) Isaías Carrasco Miguel, asesinado a tiros el pasado 7 de marzo en la calle Navas de Tolosa, en el municipio guipuzcoano de Mondragón, donde se encontraba con su hija y con su mujer.

   Carrasco tenía 42 años de edad, trabajaba en la compañía vasca 'Bidelan' y fue edil del consistorio de esta localidad guipuzcoana desde junio de 2003 a mayo de 2007.

   Además, el 1 de diciembre tuvo lugar el primer atentado con víctimas mortales desde que la banda terrorista rompiera el alto el fuego, con la muerte de los agentes de la Guardia Civil Raúl Centeno, de 24 años, y Fernando Trapero, de 23, que fueron tiroteados por tres etarras en Capbreton (Francia).

   Por otro lado, ETA utilizó el mismo modus operandi por última vez también contra un objetivo de la Guardia Civil en La Rioja. El día 21 de marzo, un coche-bomba colocado por ETA estallaba cerca del cuartel de la Guardia Civil de Calahorra (La Rioja). Como consecuencia de la explosión, un guardia civil resultó herido de levedad y varios edificios y vehículos sufrieron importantes daños materiales.

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