MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz tomará mañana declaración al presunto etarra Garikoitz García Arrieta, que fue trasladado el viernes a España desde Portugal, donde se le detuvo el pasado mes de enero junto a su compañera Iratxe Yáñez tras ser interceptada en Bermillo de Sayago (Zamora) la furgoneta que pretendían introducir en Portugal con material para la comisión en atentados.
García Arrieta está reclamado por el Juzgado Central de Instrucción número 3, del que es titular Fernando Grande-Marlaska, por los delitos de integración en banda armada, conspiración para cometer delitos terroristas y por tenencia y depósito de armas y explosivos. Sin embargo, el presunto etarra pasará mañana por el despacho del juez central de instrucción número 5, que sustituye a Grande-Marlaska la próxima semana por vacaciones.
El viernes, agentes de la Policía Nacional realizaron el traslado por carretera hasta Madrid del miembro de ETA, de 31 años de edad, que fue entregado por la Policía lusa en el puesto fronterizo de Caya-Badajoz. A su llegada a la capital, ingresó en la cárcel hasta que mañana acuda a la Audiencia Nacional, donde previsiblemente se le tomará declaración y se le ratificará el envío a prisión.
BASE LOGISTICA DE ETA EN OBIDOS
Tras ser interceptados por agentes de la Guardia Civil en la localidad zamorana, García Arrieta y su compañera lograron darse a la fuga hasta que fueron arrestados horas después ya en territorio luso, donde la banda contaba con una base logística localizada un mes después en Óbidos (al norte de Lisboa).
De hecho, según informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista, García Arrieta --quien hasta ahora se encontraba en la prisión portuguesa de Monsanto-Lisboa-- formaba parte del comando al que el ex jefe de ETA, Mikel de Kabikoitz Carrera Sarobe, 'Ata', detenido en mayo, ordenó asentarse en Portugal junto a Iratxe Yáñez y Andoni Zengotitabengoa, detenido en el aeropuerto de Lisboa cuando trataba de huir a Venezuela. En este grupo también se encontraba Oier Gómez Mielgo, quien sí logró huir tras la desarticulación de la base de Óbidos y actualmente sigue en paradero desconocido.
