ETA.- El gendarme tiroteado por 'Susper' niega la versión del etarra y confirma que fue tiroteado a sangre fría

Actualizado: martes, 5 febrero 2008 19:26

PARIS, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -

La segunda jornada del juicio que se celebra en París contra el presunto miembro de ETA Ibon Fernández Iradi, alias 'Susper', acusado de pertenencia a banda armada y de intento de homicidio por disparar contra un gendarme el 28 de noviembre de 2001, ha revelado las divergencias entre la versión del etarra y la ofrecida por el agente, Gérard Larroudé, que recibió ocho impactos de bala.

'Susper' alegó durante la explicación de los hechos ocurridos en una carretera comarcal cerca de Pau, lugar en el que junto con Antonio Agustín Figal Arranz fue interceptado por dos gendarmes en un control, que Larroudé tenía su mano "temblorosa" en la cartuchera de la pistola, que le puso "nervioso" y que, probablemente al pensar que estaba en presencia de miembros de ETA, no les iba a dejar escapar.

El etarra ofreció también su versión sobre los movimientos dados por el gendarme desde que éste le pidió su documentación hasta que realizó los primeros disparos. Así, relató que Larroudé revisó el coche en el que viajaba y sacó con su mano izquierda una bolsa riñonera que guardaba en su interior una pistola.

No obstante, el relato ofrecido por Larroudé muestra notables divergencias con la versión de 'Susper'. El agente negó su nerviosismo y el del etarra, dijo que en ningún momento tuvo su mano sobre el arma, rechazó la hipótesis de que al ver un carné de identidad español con un nombre vasco pensara en ETA y aseguró que es diestro y, por lo tanto, sacó la mencionada riñonera del coche en el que viajaba 'Susper' con su mano derecha.

"Cuando hablaron en español y ví que en el carné de identidad había un nombre vasco pensé en un español, no necesariamente en un etarra. No existe sólo ETA en España", dijo el gendarme tiroteado, que también dejó claro ante el Tribunal que no vio "rastro alguno de nerviosismo" en 'Susper' con quien conversó en un tono "normal" y que mantuvo su "sangre fría".

Larroudé narró ante el Tribunal que sintió la culata de la pistola de 'Susper', que corrió y pudo escuchar cuatro disparos porque a continuación pierde el conocimiento. El agente se encuentra entonces en la cuneta de la carretera boca abajo, agonizante. Despierta cuando oye el ruido del motor de los coches que se alejan y a su compañero que le llama por su nombre. Narra su malestar y recuerda haber pensado que va a morir a los 33 años.

El gendarme mostró al Tribunal el rastro de sus heridas quitándose la camisa y expuso las repercusiones que este encontronazo con dos miembros de ETA ha tenido en su vida personal y profesional, obligado ahora a realizar tareas administrativas por su dificultad psicológica para trabajar sobre el terreno, algo que calificó de "frustrante" porque al entrar en la Gendarmería buscaba ser un hombre "de acción".

Interpelado por el presidente del Tribunal sobre las evidentes divergencias en las declaraciones, 'Susper' mantuvo su versión y negó credibilidad al relato hecho por el gendarme. La explicación de Larroudé fue confirmada y completada por su jefe y compañero de patrulla el día en que se produjeron los hechos.

Las audiencias continuarán toda la semana con la declaración de otros testigos, entre ellos peritos, médicos y expertos en balística que ayudarán a determinar con exactitud la situación de los gendarmes y los etarras en el momento de los disparos que situaron al gendarme francés al borde de la muerte.