Dice que no se dan las condiciones y que Batasuna no puede ser legalizada
PAMPLONA, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno de Navarra y de UPN, Miguel Sanz, mostró su desacuerdo a la iniciativa dada a conocer hoy con el presidente Rodríguez Zapatero de iniciar conversaciones con ETA. Según explicó, la discrepancia no está motivada porque "no estemos de acuerdo con el fin de acabar con el terrorismo sino porque no estamos de acuerdo en que ahora sea oportuno iniciar la andadura por un camino lleno de obstáculos sin haber percibido una clara voluntad de ETA de dejar las armas y la extorsión".
Sanz avanzó que "el tiempo quita y da razones" y recalcó que no tiene "ninguna confianza, ninguna" en el Partido Socialista en estos momentos y, en relación con Navarra, tampoco una "confianza ciega" en Zapatero.
Al respecto, declaró que "seguiremos estando alertas", porque si bien la mayoría de UPN y CDN en el Parlamento y el actual Gobierno garantizan que "difícilmente se pueda hacer nada en contra de la voluntad de los navarros", podrían hacerse "cosas en el futuro" si se conforma un ejecutivo de socialistas y nacionalistas vascos.
El presidente deseó que estas críticas no se perciban como intentos de obstaculizar un proceso por parte de alguien que no quiere la paz. Recordó que el Gobierno foral mostró su disposición a colaborar "para acabar con la violencia", siendo "imprescindible" la unidad democrática. Lamentó que la unidad democrática no se mantenga con el PP, "más imprescindible" en este caso. Y señaló que no hay "nadie más interesado en acabar con el terrorismo que quienes lo han sufrido de manera más directa".
Para Miguel Sanz, las palabras de Rodríguez Zapatero constituyen una "declaración de intenciones" que "solemnizan lo obvio, como que su actuación estará encuadrada en los principios de la Constitución del 1978, que es como no decir absolutamente nada, porque todos estamos obligados a cumplir la ley".
Miguel Sanz realizó estas declaraciones antes del inicio de la sesión de tarde del Parlamento de Navarra y después de analizar las declaraciones de Rodríguez Zapatero. "Uno no sabe si la hoja de ruta ha sido diseñada por Zapatero, por ETA, o por los dos. Lo cierto es que se están cumpliendo todos los compromisos, como dice ETA, alcanzados con el Gobierno y en los plazos", comentó.
NEGAR LO EVIDENTE
Sanz observó que "no es verdad" que se cumplan las condiciones "autoexigidas" por el propio Zapatero, de voluntad inequívoca de ETA de abandonar la violencia. Al respecto, destacó que el presidente del Gobierno central lo reconoció al decir que "prácticamente" han desaparecido las acciones de la banda: "No dicen todas porque sería negar lo evidente", insistió Sanz, que se refirió a la actitud de los etarras de desacato a la autoridad judicial o a las actuaciones de la policía que han puesto "en evidencia que ETA sigue extorsionando a los empresarios".
También reparó en que tampoco es verdad que se cumplan las condiciones porque el propio Zapatero comentó que "la situación" no es fruto de lo que "ETA ha dejado de hacer sino lo que los demócratas han hecho".
En relación con Batasuna, Miguel Sanz indicó que considera "imposible" la legalización de esta formación si se mantiene la ley de Partidos, que Zapatero no tiene intención de derogar, ya que según la norma Batasuna tiene que condenar la violencia y actuar bajo "pautas democráticas y en el marco del Estado de Derecho". También analizó que si no se disuelve ETA "es imposible" legalizar a Batasuna, que tampoco podrá concurrir a las elecciones "a través de una formación superpuesta" en virtud de la ley de Partidos, defendió.
Miguel Sanz defendió que no hay nadie más interesado en acabar con el terrorismo que quienes lo han sufrido de manera más directa. "Si no se puede decir, por sonar mal, que lo hemos sufrido de forma más directa que el resto de partidos, digo que lo hemos sufrido tanto o más que cualquier otro partido que sea considerado democrático en esta Comunidad. Somos los únicos, el único partido político, que tenemos cadáveres bajo las bombas de ETA", dijo.
Por otro lado, observó una "falta clarísima" de Zapatero a la hora de pedir a ETA que abandone la violencia así como una ausencia de referencias a Navarra, en su opinión, "intencionadas". Se preguntó por el "alcance político" de afirmaciones como que el Gobierno respetará las decisiones de los ciudadanos vascos.
"En definitiva, el presidente Zapatero va a iniciar un camino con el que nosotros no estamos de acuerdo, no porque no estemos de acuerdo con el fin de acabar con el terrorismo sino porque no estamos de acuerdo en que ahora sea oportuno iniciar la andadura por un camino lleno de obstáculos sin haber percibido una clara voluntad de ETA de dejar las armas y la extorsión", recalcó.
Sobre Navarra, recalcó que "seguiremos estando alertas". Dijo que un gobierno formado por nacionalistas y socialistas podría activar la Transitoria Cuarta para la integración en Euskadi. "Estoy convencido de que la ciudadanía diría que no, pero no acabaría allí el camino", comentó.
