BILBAO, 1 Ene. (EUROPA PRESS) -
El obispo de Bilbao y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, condenó hoy "con firmeza" el atentado del sábado en Madrid, manifestó su "cercanía a quienes fueron golpeados por él" y aseguró que no pierde la esperanza de que la sociedad se vea "liberada del terrorismo". Además, apostó por el "trabajo conjunto de todos" para el fin de ETA.
En la homilía pronunciada esta mañana en la Basílica de Begoña de la capital vizcaína, con motivo de la Jornada Mundial de la Paz, indicó que esta celebración adquiere "una elocuencia particular" tras el "zarpazo terrible" del último atentado terrorista, "cuya responsabilidad es exclusivamente" de ETA.
El obispo de Bilbao dijo que la erradicación del terrorismo importa "vitalmente" a todos, por lo que apostó por "el trabajo conjunto de los responsables del Gobierno, de los grupos políticos y sociales, de los educadores, de los medios de comunicación, de cada uno de nosotros. Todos queremos una sociedad democrática, civilizada y respetuosa de todos los derechos humanos".
Además, consideró que la furgoneta-bomba "ha herido gravemente la esperanza de la sociedad, que desea ardientemente la desaparición de ETA y la liberación de sus amenazas", por lo que recordó un mensaje del Papa Benedicto XVI referidas a que todo cristiano debe comprometerse a "ser un trabajador incansable a favor de la paz y un valiente defensor de la dignidad de la persona humana y de sus derechos inalienables".
Blázquez finalizó la homilía incidiendo sobre la acción terrorista de Barajas, que "atenta contra la dignidad humana y contra la paz y oscurece el futuro".
"Pero aunque el atentado nos produce tristeza y preocupación, no cedemos al desaliento ni perdemos la esperanza de vernos liberados del terrorismo. En la basílica de la Virgen de Begoña, madre de la Esperanza, nos sentimos nuevamente animados a continuar trabajando por la paz", añadió.
Asimismo, aseguró que sus peticiones se dirigirán a que "Dios conceda a las autoridades del Estado acierto en sus decisiones" y que "toque el corazón de los terroristas para que recapaciten sobre la grave inmoralidad de sus acciones, renuncien definitivamente a la violencia y escuchen el clamor de este pueblo, que busca sin desfallecer la convivencia en la libertad y el respeto".
