MADRID, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Policía Nacional mantuvo retenidos durante unos minutos en la Comisaría de la Terminal 4 del Aeropuerto de Bajaras a tres informadores que habían accedido a las inmediaciones del aparcamiento donde hizo explosión esta mañana el coche-bomba colocado por ETA. Los profesionales de los medios de comunicación habían sido trasladados al lugar en un coche de Protección Civil.
Los tres periodistas --dos redactores, uno de RNE y otra de Europa Press y un cámara de Telemadrid-- habían aceptado la oferta de los efectivos de Protección Civil, que se habían ofrecido a acercarles hasta el lugar donde los bomberos trabajaban en la extinción del incendio provocado por la explosión.
Cuando llegaron al lugar tuvieron la oportunidad de recoger testimonios e incluso de entrar en el módulo D del parking, donde el reportero gráfico grabó algunas imágenes. Pero pasados diez minutos, agentes de la Policía Nacional les impidieron seguir realizando su trabajo, alegando que carecían de permiso para estar allí y que nadie les había avisado de su presencia.
Tras tomar nota de sus datos personales, los informadores fueron llevados en un furgón policial a la comisaría de la Terminal 4, que abandonaron pocos minutos después tras firmar una declaración en la que se explicaba todo lo sucedido.
Los policías, que profesaron un trato amable hacia los informadores en todo momento, comprendieron desde el principio que los periodistas estaban realizando su trabajo y que desconocían que realmente no tenían autorización policial para estar junto al aparcamiento.
De hecho, la Policía no puso impedimento para la emisión de las imágenes captadas por el cámara y los propios agentes se ofrecieron para llevar a los informadores donde quisieran, tras haber sido 'liberados'.
