MADRID, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los 18 acusados de pertenecer o colaborar con los aparatos de información (conocidos como "pianistas") y de captación ("arrantza") de ETA que están siendo juzgados por la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional terminaron hoy sus declaraciones. Todos ellos negaron haber mantenido cualquier tipo de relación con la banda, pese a que fueron detenidos porque sus nombres aparecían en una documentación sobre el "aparato de captación" de ETA que fue incautada en 2002 en Francia al dirigente de la organización Ibon Fernández Iradi, 'Susper'.
En la sesión de hoy fueron interrogados los diez acusados que ayer no tuvieron tiempo de declarar. Entre ellos, se encuentran los dos procesados que se enfrentan a una mayor petición de pena, Tomás Insausti y Mikel Pardo, para quienes el fiscal Pedro Rubira pide 11 años de prisión por un delito de colaboración con banda armada y otro de daños terroristas.
Tomás Insausti rechazó las acusaciones que pesan sobre él y aseguró que "jamás" ha facilitado información a ETA sobre un concejal de Lizaso (Navarra), como sostiene el fiscal, ni sobre policías y otros ediles. "Es absolutamente falso" que hubiese realizado tareas de vigilancia para ETA, subrayó.
También aseguró que "no tuvo nada que ver" en la colocación de dos artilugios incendiarios contra cajeros automáticos de Pamplona el 15 de agosto de 2000 y el 7 de julio de 2001, como le acusa el representante del Ministerio Público. Cuando estos dos hechos tuvieron lugar, sostuvo, él se encontraba en las fiestas de San Fermín y en las de un pueblo navarro, respectivamente.
NO RECIBIÓ CONSIGNAS DE ETA
En el mismo sentido se manifestó su compañero Mikel Pardo, quien sostuvo que la declaración policial que realizó tras su detención, en la que reconocía su colaboración con ETA y su participación en los actos de "violencia callejera", fueron realizados bajo torturas y amenazas.
Así, afirmó que cuando fue trasladado al juzgado negó sus propias declaraciones y en la sesión de juicio de hoy rechazó cualquier tipo de relación con ETA, así como que haya proporcionado información a ésta sobre posibles objetivos de la banda.
Pardo también negó la tesis del fiscal de que recibió consignas de ETA para que no participase en ninguna actividad política o en actos de protesta. Para ejemplificar esto, recordó que fue detenido en Pamplona en una serie de actos de protesta contra la ilegalización de Batasuna.
Los otros procesados que declararon en la sesión de hoy fueron Unai Redín, Ainara Calvo, Asier Ortiz, Aila Manrique, Iratxe Yáñez, Unai Berrosteguieta, Aiora Epelde y Arkaitz Rodríguez. Todos ellos negaron haber pertenecido o colaborado con ETA, y ninguno de ellos supo explicar cómo llegaron sus nombres al "aparato de captación" de ETA.
Por el contrario, el fiscal les acusa de recabar información sobre coches oficiales del Gobierno Militar de Bilbao, miembros de la Ertzantza, trabajadores del ayuntamiento de Vitoria, profesores de universidades, políticos y familiares de éstos, como del sobrino del dirigente del PP Jaime Mayor Oreja. También asegura que algunos de ellos participaron en actos de "violencia callejera", colaboraron en la captación de miembros de ETA y alojaron en domicilios a integrantes de la banda.
