La banda pretendía en aquel momento reestructurar el 'complejo Donosti', que cometió numerosos asesinatos en los noventa
MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
La última desarticulación del 'comando Donosti' a cargo de las Fuerzas de Seguridad tuvo lugar en marzo de 2005, hace ahora dos años, cuando ETA se encontraba en plena fase de reconstitución de su estructura en Guipúzcoa. El sábado, 25 de marzo de 2005, el Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía irrumpió en un piso del barrio donostiarra de El Antiguo deteniendo a Iker Olabarrieta, Carmelo Laucirica Orive e Igor González Sola, tan sólo dos meses después de que llegasen procedentes de Francia.
Según las investigaciones de la Comisaría General de Información, aquel 'comando' pretendía poner en marcha un nuevo 'complejo Donosti', la superestructura de ETA que en los años noventa trajo de cabeza a los Servicios de Información y cometió numerosos asesinatos.
El comando de 'liberados' estaba encargado de captar y organizar a varios 'taldes' integrados por terroristas 'legales' (sin fichar). Estos grupos 'satélites' tendrían asignadas diferentes funciones, desde recopilar información a facilitar infraestructura al comando de liberados, ya fuera alojamiento o escondites para el material con el que atentar o guardar los coches robados. También podrían combinar estas tareas e, incluso, cometer acciones terroristas.
El 'complejo Donosti' es la denominación que las Fuerzas de Seguridad dieron en 1998 a la estructura de ETA en Guipúzcoa. Según los investigadores, la elección de esta provincia se debe al alto número de personas dispuestas a ingresar en ETA con que la banda ha contado tradicionalmente allí y a la amplia infraestructura a su disposición en el territorio.
Durante la actuación del 'complejo Donosti', las Fuerzas de Seguridad veían como a la desarticulación de un comando le seguían nuevas acciones terroristas, debido a lo compartimentado de la estructura, que permitía aislar a un 'talde' de otro. Esta amplia red facilitaba además a los terroristas la consecución de atentados en diferentes puntos de forma simultánea, algo que la actual dirección etarra quería conseguir con la instauración de un nuevo 'complejo Donosti'.
LA "SOCIALIZACIÓN DEL DOLOR".
El último 'complejo Donosti' fue fundamental para poner en marcha la 'socialización del dolor', el término que utilizó ETA para justificar los asesinatos de concejales de PP y PSOE y de personas que desarrollaban su labor en medios de comunicación. En sus filas militaron terroristas que luego alcanzaron la cúpula etarra, ante la dificultad para ser detenidos antes.
Entre los que completaron su currículo criminal dentro de esta estructura se encuentran Juan Antonio Olarra Guridi, 'Jon', o Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote'. Este último llegó a jefe del aparato militar de ETA después de haber participado en el secuestro y asesinato del concejal del PP en Ermua Miguel Angel Blanco, en la acción terrorista del 'complejo Donosti' con mayor repercusión.
