Dice que "no es cuestión de retirar al Gobierno ningún aval" y que la "única responsabilidad que ha de exigírsele a nadie es a ETA"
BILBAO, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, expresó hoy su "más absoluta condena y repulsa" por el atentado del aeropuerto de Barajas, que, "según todos los indicios, ha sido obra de ETA" y manifestó que "lo único que espera esta sociedad es oír de los dirigentes de la izquierda radical vasca una condena sin paliativos. Si no, habrán dilapidado hoy el escaso crédito que ese mundo tiene ante la inmensa mayoría de la sociedad vasca".
En una rueda de prensa celebrada en Bilbao, Urkullu adelantó que hasta la próxima semana no harán valoraciones políticas de este atentado. No obstante, indicó que "todo apunta a que ETA ha roto el alto el fuego permanente anunciado el 22 de marzo, y ha golpeado la esperanza de paz de la sociedad vasca".
Asimismo, mostró su solidaridad a las personas heridas y afectadas en el atentado, así como su deseo de que la persona desaparecida sea encontrada sana y salva.
Para el dirigente jeltzale, "hoy es el día en que la respuesta a todo esto nos la debe dar, cuanto antes, la izquierda radical vasca. Y es una exigencia, no es una petición. Esta sociedad quiere oirles ahora y en este momento, como les llevamos escuchando durante estos últimos ocho meses prácticamente todos los días, pretendiendo dar lecciones a todo el mundo sobre paz y democracia".
PERSONAS DESAPARECIDAS
Según dijo, más allá de actos de violencia callejera y robo de armas, "si ya se provocan heridos y personas desaparecidas, entendemos que con la práctica de la violencia, ETA está vulnerando su propio pronunciamiento del 22 de marzo".
Preguntado por la comparecencia de esta tarde del presidente del Gobierno, Urkullu mostró su deseo de que "fuese verdad lo que Zapatero dijo ayer y es que el año que viene por estas fechas estemos todavía mejor que lo que hoy estamos". "Si ayer tenía trascendencia este mensaje, hoy tendría mucha mayor trascendencia que podríamos todos decir que el año que viene por estas fechas estemos muchísimo mejor que lo que hoy estamos", agregó.
Tras precisar que "no es cuestión de retirar al Gobierno ningún aval", apuntó que en estos momentos "todos nos debemos reafirmar en separar lo que algunos durante estos meses han pretendido mezclar como dos procesos que se unían en uno: un proceso de pacificación y otro de normalización política".
Dicho esto, apuntó que en un proceso de pacificación, "cuando los demás no estamos en ninguna postura de confrontación, la única responsabilidad que ha de exigírsele a nadie es a ETA, porque es ETA la que practica la violencia". En este sentido, insistió en que "no hay ninguna justificación ética ni moral para la práctica de la violencia en ningún caso. Políticamente no representa a nadie, y políticamente no tenemos otra cosa que despreciar hasta en lo más absoluto a ETA", destacó.
NORMALIZACION
En esta línea, insistió en la "necesidad" que tiene la sociedad vasca de una normalización y convivencia política" y, a su juicio, eso pasa porque los representantes de la izquierda radical vasca "sean conscientes de que la sociedad vasca demanda que todos demos pasos desde unas premisas de condena de todo tipo de expresión de violencia, o de una apuesta por los caminos de la política exclusivamente".
El dirigente del PNV expresó su temor de que "nuevamente" se vuelva a posiciones "que nunca debieron darse en el reciente pasado y en el que no se quiera abordar un problema político que afecta a la normalización y a la convivencia diaria de la socieda vasca, bajo la excusa o el pretexto de la práctica de la violencia por parte de ETA". "Es eso precisamente lo que ETA persigue, ese propósito de tutelar mediante el chantaje lo que son las aspiraciones legítimas de cada una de las formaciones políticas. En eso tenemos que seguir profundizando", agregó.
Respecto a las reclamaciones de la puesta en marcha de la mesa de partidos, Urkullu insistió en que más que fechas son necesarias bases "sólidas y metodología seria" para conformarla.
