Ex ministros y conocidos describen a Zapatero como 'mesiánico' personalista y rencoroso en 'El Maquiavelo de León'

Actualizado: martes, 23 febrero 2010 21:26

Sebastián confirma que rechazó ser vicepresidente económico en 2004 y niega implicación en el "marrón" de Sacyr y el BBVA o el de Endesa

MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -

Ex ministros, socialistas veteranos y viejos conocidos del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le describen cómo un líder que ejerce el poder de manera 'mesiánica' y personalista, que gusta de enfrentar a sus ministros y desautorizarlos por el mero hecho de mostrar su poder y que ha demostrado ser "rencoroso", según los testimonios recogidos en el libro 'El Maquiavelo de León', del periodista José García Abad.

En el libro recogido por Europa Press, donde muchas fuentes son anónimas, el periodista dibuja a un Zapatero "vigilante" respecto a todos los que puedan restarle protagonismo y sostiene que, para mantenerse, promueve enfrentamientos entre sus subordinados.

De hecho, "una ministra del actual equipo" afirma que al presidente "le divierte" que se 'peguen' entre ellos para él "ser reclamado para poner orden y concierto".

En una línea similar, pero con nombre y apellidos, la ex ministra de Cultura, Carmen Calvo, afirma que Zapatero ha "fusilado metafóricamente" a toda su generación en el partido y menciona a Jesús Caldera, Juan Fernando López Aguilar, Maria Antonia Trujillo, Cristina Narbona, Magdalena Álvarez, Jordi Sevilla y José Antonio Alonso. "Se ha rodeado de la corte mayor que no le puede hacer sombra, que está amortizada, y de los jóvenes que le adoran", dice.

"GIMNASIA DEL PODER"

Por su parte, el también ex ministro Jordi Sevilla sostiene que algunos de los gestos de Zapatero responden a que le gusta dejar claro quien manda --lo que el propio Zapatero llama, según el autor, "gimnasia del poder"--.

García Abad pone como ejemplo la desautorización a Pedro Solbes en su primer Consejo de Ministros como vicepresidente económico, cuando éste se opuso a un aumento notable del salario mínimo, o a la entonces ministra de Sanidad, Elena Salgado, cuando el presidente dio marcha atrás en la Ley del Vino. Salgado llegó a presentar su dimisión en aquel episodio, asegura el autor.

Otro ex ministro que no es citado no duda en calificar a Zapatero de "rencoroso", y le retrata como "un killer que ni olvida ni perdona". "Si no es necesario matarte no te mata, por placer no lo hace, pero no deja ninguna afrenta sin castigo", añade.

Según el autor, los socialistas de la generación de Zapatero que se consideran injustamente desalojados del poder cenan una vez al mes en un restaurante de Madrid y perfilan estrategias para tener algo que decir cuando llegue el momento de elegir al sucesor del presidente.

El libro recoge también testimonios de varios viejos conocidos, entre ellos su ex profesor José Manuel Ollero Lastres, que dice de él que "está convencido de que su misión es ganar elecciones, más que llevar adelante un determinado proyecto político". El ex presidente socialista de Castilla y León Demetrio Madrid, por su parte, explica que Zapatero sólo se fía de unos pocos asesores.

Para Madrid, Zapatero tiene "virtudes excelentes" porque "se cree lo que está haciendo y tiene claras las líneas de actuación" pero "no da el juego suficiente a otras personas que no son dudosas". "Él tiene una especie de gabinete en la sombra con el que vigila cada ministerio", afirma. Otros le reprochan que tome decisiones pensando sobre todo en las fotos y los titulares.

El ex ministro de Felipe González Carlos Solchaga atribuye su forma de actuar a que "es más hombre de partido que de gobierno" y se declara dolido por que ni Zapatero ni su 'número dos', José Blanco, le dieron ni una despedida después de no volver a incluirle en el Comité Federal del PSOE --máximo órgano del partido entre congresos-- en 2008. Solchaga lamenta además que en los órganos del PSOE se haya instalado una especie de "omertá" o "silencio pactado".

MÉNDEZ: "LOBO CON CORAZÓN DE CORDERO"

Entre quienes defienden a Zapatero, en cambio, están el secretario general de UGT, Cándido Méndez, que le ve "un lobo con corazón de cordero" y el presidente del Congreso, José Bono, que asegura que la imagen de un Zapatero tacticista se debe a que no cuenta con mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados.

El libro dedica también capítulos a personas cercanas a Zapatero, entre ellas el consejero de Telefónica Javier de Paz y el actual ministro de Industria Miguel Sebastián, quien confirma personalmente que el presidente le ofreció la vicepresidencia económica al ganar las primeras elecciones en marzo de 2004 pero que él rechazó el puesto.

En concreto, alega que no se consideraba preparado, que creía que su nombramiento perjudicaría al presidente y, además que su compromiso con el proyecto de Zapatero acababa en marzo de 2004. Según dice, no quería estar en política y estaba seguro de que el PSOE perdería esas elecciones.

Sebastián acabaría siendo jefe de la Oficina Económica del presidente en esa legislatura. Sin embargo, en el libro asegura que. desde ese puesto, no tuvo nada que ver con el intento de Sacyr de hacerse con el control del BBVA ni en la operación de Endesa, que finalmente acabó en manos de la italiana Enel.

SEBASTIÁN QUISO NEGOCIAR CON PIZARRO

Según dice, en el caso de Endesa él era partidario de negociar con su presidente, Manuel Pizarro. "Pero se negaron", dice sin precisar si se refiere a Pizarro o a sus compañeros de Gobierno. Sebastián afirma que tuvo que asumir estos "marrones" para no perjudicar al Gobierno, a Zapatero y al PSOE, al que dice que se afilió hace dos años.

En el caso de la OPA sobre Endesa, el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, relata que él compró el primer paquete de acciones de la eléctrica --por la que pugnaban Gas Natural y la alemana E.On-- de manera independiente y niega que tuviera un pacto con Enel para vendérsela a ellos después. Según su relato, el proyecto de un gran grupo español no fraguó porque Caja Madrid no se sumó.

"Negociamos con los italianos a cara de perro (...). La cosa estaba clara: si no conseguía un pacto con los italianos vendía a los alemanes y me iba a casa", relata Entrecanales. Eso sí, el libro afirma que fue el número dos de Sebastián, David Taguas, quien "trajo a los italianos de Enel".

POSIBLES SUCESORES

El libro termina con un repaso a los posibles sucesores de Zapatero, y explica que, aunque ahora ha "perdido algo de fuelle" el propio presidente, al explicar su primera remodelación de gobierno a los entonces cesados, insinuó que Carme Chacón --nombrada ministra de Vivienda y luego de Defensa-- podría ser la elegida.

Para el autor, quien "puede tener más papeletas" hoy día es el vicesecretario general del partido y ministro de Fomento, José Blanco --que podría remplazar a María Teresa Fernández de la Vega como vicepresidente primero si hay remodelación en verano-- aunque añade que uno de sus "flancos débiles" es su pugna con el secretario general del PSM, Tomás Gómez.