VALLADOLID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Instrucción número 4 de Valladolid ha dejado en libertad, dos meses después de que fuera encarcelado, al joven de 18 años J.M. del C.M, el supuesto neonazi que fue acusado de gravar una esvástica en el cuerpo a una joven el pasado día 11 de enero en el vallisoletano barrio de Parquesol.
En su auto, al que tuvo acceso Europa Press en fuentes jurídicas, el titular de dicho Juzgado ha estimado la petición formulada por el defensor del imputado y, de conformidad igualmente con el Ministerio Fiscal pero con la oposición de la acusación particular, ha resuelto modificar la situación del preso, que permanecía en Villanubla en situación de prisión preventiva, comunicada y si fianza, con el fin de otorgarle la libertad provisional, previa prestación de una fianza de 500 euros.
Además, y como medidas cautelares en tanto en cuanto dure la instrucción de la causa, el imputado no podrá aproximarse a menos de 500 metros de la víctima o comunicar con ella por cualquier medio, además de que se le prohíbe acudir a su domicilio, lugar de trabajo o centro de estudios e incluso acudir al barrio de Parquesol, donde reside la joven.
DESTACA LA GRAVEDAD DEL HECHO
El juez instructor precisa que su auto, sin embargo, que su decisión de dejar en libertad provisional al joven no implica que haya dejado de creer que los hechos por los que se encuentra imputado revisten una extrema gravedad.
Así, advierte de que su supuesta actuación, con la colaboración de otras dos personas no identificadas, "sujetando y tirando al suelo a una menor para gravarle por la fuerza una cruz gamada, supone no sólo una agresión violenta, con el consiguiente quebranto corporal, sino un atentado a la dignidad de la persona, pues a través de él se persigue generar en la víctima sentimientos de humillación o vejación perdurables en el tiempo".
Pese a tales hechos, que podrían revestir la calificación de un delito contra la integridad moral y otro delito o una falta de lesiones, por los que podría ser condenado a dos años de cárcel, el juez estima posible conceder la libertad provisional al joven debido a una serie de datos, tales como su arraigo familiar, buen expediente académico y el hecho de que cuenta con domicilio conocido, así como la convicción de que ha cesado la alarma social generada en su día y ante la posibilidad de garantizar la seguridad de la víctima con medidas cautelares.
La agresión de esta joven fue la tercera en el tiempo que se produjo entre los meses de diciembre de 2005 y enero de 2006, todas ellas registradas en el barrio de Parquesol y de las que fueron víctimas otras tantas menores a las que un grupo de jóvenes marcó con la cruz gamada. La situación generó una cierta psicosis en el barrio, hasta que fue detenido uno de los presuntos responsables.
Desde un principio, el ahora excarcelado ha mantenido su inocencia y, además de negar su vinculación a grupos de extrema derecha, asegura que el día de los hechos estuvo en misa y en un bar.
