Excompañeros de trabajo de Mari Luz Alejo se concentran ante la empresa, en Abadiño, en repulsa por el crimen

Actualizado: jueves, 11 diciembre 2014 13:28

Afirman que, tras su prejubilación, la víctima se encontraba "muy contenta, con "muchos planes y con ganas de vivir"

ABADIÑO (Vizcaya), 11 Dic. (EUROPA PRESS) -

Excompañeros de trabajo de Mari Luz Alejo se han concentrado este jueves al mediodía ante la empresa CIE Inyectametal del barrio de Matiena, en la localidad vizcaína de Abadiño, para expresar su repulsa por el crimen cometido este miércoles, presuntamente, por su marido, Benito Quintairos. Consternados por el suceso, afirman que tras su prejubilación, hace cinco meses, la víctima se encontraba "muy contenta, con "muchos planes y con ganas de vivir".

Alrededor de un centenar de personas han guardado cinco minutos de silencio en memoria de Mari Luz, cuyo cadáver apareció junto al de su madre Amelia Rodríguez Sardón, víctima también del supuesto homicida.

Los concentrados no portaban pancartas y se han limitado a alabar a su compañera de trabajo fallecida tras concluir el acto de protesta por el doble crimen. "Era una grandísima compañera", han asegurado, para destacar que se encuentran totalmente "consternados" por los hechos.

El presidente del comité de empresa y excompañero de la víctima, Mikel Larrañaga, ha transmitido el pésame a la familia de la fallecida, y "un abrazo muy fuerte" a su hijo. "Estamos en estado de 'shock' desde el día de ayer porque ha sido una compañera durante 41 años, una gran compañera y una bellísima persona, siempre dispuesta a todo", ha manifestado.

Por ello, ha asegurado que "la gente que ha tratado un montón de años con ella" en la empresa "está que no digiere la noticia". "Siempre piensas que pueden ocurrir estas cosas, pero nunca que haya podido ser una persona cercana a ella, y menos su marido", ha admitido.

"CON GANAS DE VIVIR"

María Luz Alejo se había prejubilado el pasado mes de julio de este año, después de trabajar en CIE Inyectametal. Según sus excompañeros, ahora "se encontraba muy contenta y con ganas de hacer cosas, de viajar, con ganas de todo y con ganas de vivir". "La madre llevaba varios meses aquí porque el padre había fallecido hace dos años", han manifestado.

El presunto autor de los homicidios, su marido, fue detenido este miércoles por la noche, al considerar la Ertzaintza que mató a golpes a las dos mujeres y, posteriormente, fingió que él mismo había sido objeto de un asalto. La Policía vasca le localizó en su carpintería colgado por los pies en medio de un incendio.