MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los expertos que han comparecido ante la ponencia que estudia la reforma de la papeleta de voto al Senado consideran que una de las causas por la que los votos nulos en esta Cámara son muy superiores a los del Congreso es que la campaña electoral está siempre enfocada a la Cámara Baja y la elección del presidente del Gobierno y, por lo tanto, los electores desconocen el funcionamiento del Senado.
Esta semana pasaron por la ponencia de estudio creada en el Senado tras las últimas elecciones generales el profesor de Derecho de la Universidad de Oviedo Miguel Ángel Presno y el profesor de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Barcelona Gabriel Colomé, quienes coincidieron en señalar que uno de los grandes problemas del Senado es que la campaña electoral "se hace para el Congreso".
A su juicio, los electores desconocen tanto el sistema de funcionamiento del Senado como la elección de los parlamentarios, el número de cruces que deben plasmar en la papeleta electoral, la posibilidad de optar por nombres de diferentes partidos y su importancia tras unos comicios.
Según expusieron, esta situación se debe en gran medida a que los partidos políticos enfocan toda la campaña electoral a la elección del presidente del Gobierno, que sale del Congreso, y promocionan muy poco a sus candidatos a senadores.
Sin embargo, el elevado número de votos nulos al Senado también se debe, a su juicio, a la complejidad de la papeleta electoral. Para ello, propusieron sustituir la actual papeleta color salmón y tamaño sábana por otra más manejable. Además, señalaron que una papeleta en colores también ayudaría a clarificar el voto.
En su estudio para mejorar el sistema de voto al Senado, los partidos están estudiando múltiples posibilidades y analizando las papeletas de otros países de la Unión Europea, de las que han extraído también la idea de introducir una leyenda explicativa que ayude a los electores.
Con este objetivo, una decena de expertos desfilarán por la ponencia a lo largo de los próximos meses para exponer su opinión y, después, los partidos redactarán un informe que apunte cuáles son, a su juicio, las medidas que se pueden adoptar para mejorar la papeleta electoral. Su objetivo es que el nuevo sistema esté ya implantado para las próximas elecciones generales.
