Un estudio en 25 cárceles concluye que hay carencias en la supervisión de las comunicaciones y demasiados traslados
MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las medidas de control y supervisión sobre los presos musulmanes para impedir la extensión del islamismo radical en las cárceles españolas no son lo suficientemente eficientes, según un informe del grupo de investigadores 'Athena Intelligence', al que tuvo acceso Europa Press.
Los expertos advierten de que gran parte de la información que llega a los presos musulmanes "no es revisada" por traductores, así como tampoco son controlados los paquetes que reciben o las conversaciones telefónicas que realizan, según ha recogido la investigación 'Indicios sobre la radicalización yihadista en prisiones' realizada con funcionarios de 25 prisiones del país, que trabajan en módulos con internos de mayoría musulmana.
A esto hay que sumar la "gran rotación" de los reos musulmanes a través de distintas cárceles y módulos, mientras que otros muchos "salen y entran en prisión con cierta frecuencia", lo que fomenta el desarrollo de "amplias redes sociales radicalizadas tanto dentro como fuera de las prisiones".
Asimismo, los investigadores alertan de que la crisis económica está incrementando el ingreso de musulmanes, pertenecientes a las capas sociales más desfavorecidas, a los centros penitenciarios, al tiempo que cuestionan la suficiente preparación del Estado a la hora de desarrollar sistemas para contener la expansión de los procesos de 'yihadismo' en las cárceles. Además, subrayan que algunas prisiones de nuestro país pueden convertirse en "entornos sociales propicios" para esta radicalización.
Según el estudio, es frecuente que los presos sufran un debilitamiento físico, transtornos en el ánimo o se muestren irritables o agresivos durante los primeros días del ingreso. En estas condiciones, suelen refugiarse en la fe y son fácilmente permeables a la manipulación por parte de estos líderes.
PLANEAN ATENTADOS DENTRO DE PRISIÓN
Al parecer, numerosos líderes 'yihadistas' tratarían de captar a otros presos musulmanes condenados por delitos comunes, ante la falta de medidas de supervisión concretas por parte de los funcionarios para controlar estos contactos. De este modo, la acción de los reclutadores fundamentalistas no acabaría tras ser detenidos y privados de libertad, sino que se prolongaría dentro de las instalaciones penitenciarias.
En este sentido, explica cómo los nuevos internos "se sienten atraídos y rápidamente asimilados" por otros grupos de su misma religión, lo que pondría de manifiesto el surgimiento de "estrategias de apoyo social y de adoctrinamiento islamista" favorables para desarrollar actitudes fanáticas.
Algunos islamistas radicales podrían incluso enseñar a acometer acciones terroristas, conseguir la coordinación con otras células en el exterior y, por lo tanto, planear atentados desde el interior de los penales.
"Esto, como consecuencia de los contactos directos mantenidos por internos ya adoctrinados con otros musulmanes ubicados en distintas prisiones y en el exterior de las mismas, podría estar favorecido por la disponibilidad de medios de telefonía móvil", denuncia el estudio, que recomienda reformar y potenciar los sistemas de supervisión y control de los internos musulmanes.
El estudio ha sido realizado por Humberto M.Trujillo, Javier Jordán, José Antonio Gutiérrez y Joaquín González-Cabrera, miembros de la Fundación Athena Intelligence especializada en investigar el fenómeno del terrorismo y los conflictos armados.
