MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que dirige el ex presidente del Gobierno José María Aznar, asegura que depende "de todos" que ETA pueda o no "acerar" con sus víctimas "la hoja de su hacha", así como "asignarles definitivamente un lugar en la historia de su triunfo, apropiarse de su vida y también de su muerte".
Así, FAES aprovecha el editorial del último número de su publicación 'Cuadernos de Pensamiento Político', recogido por Europa Press, para afirmar que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero está avalando, "contra la historia ejemplar de la inmensa mayoría social de España", una negociación sobre "el alcance y la vigencia del Estado de Derecho" invocando "exactamente la razón que ETA ha tratado de hacer valer siempre: que no haya más muertos".
En este contexto, se subraya que esa forma de pensar "desalienta a quienes se resisten a esa cesión y se afana en extender el desistimiento y la renuncia, que exhibe como virtudes". "Es pueril pensar que el fortalecimiento de ETA dará por resultado una banda más fuerte pero menos terrorista", se apostilla.
"Dejar de matar es algo que sólo se puede hacer después de haber matado. La negociación constituye un evidente incentivo para la violencia política. Si se consuma, las víctimas de ETA no sólo serán víctimas del terrorismo, sino también víctimas para el terrorismo --se argumenta--, vidas consumidas para hacer posible que finalmente un Gobierno asuma que es necesario hacer lo que ETA pide para que no haya más muertos. Su muerte, es cierto, es irreversible; pero el sentido de su vida y de su sacrificio aún está por decidir".
ZAPATERO, CUESTIÓN "DE FE"
En este contexto, FAES señala que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero está pidiendo "confianza y crédito, optimismo y convicción" ante la estrategia que ha elegido para afrontar el 'alto el fuego permanente' de ETA. "Solicita un respaldo tan intenso como su convencimiento en el éxito de la empresa, tan crecido como su seguridad en la existencia de sólidos fundamentos para abordar una transacción con ETA que ha de conducir a la desaparición de la violencia sin precio político alguno", se determina.
No obstante, se estima que "problema" no es tanto el precio que se paga, sino lo que se ha puesto "a la venta" y que se está solicitando colaboración, cuando lo que se pide realmente es "complicidad". "Y lo hace contra toda prudencia, porque es cierto que el Gobierno carece de razones, pero no de antecedentes: Este Gobierno ya tiene historia, ya tiene palmarés", se sentencia.
"Su política sobre ETA está hecha de la misma materia intelectual con la que se han elaborado las políticas impulsadas desde 2004: la fe de Zapatero, sin más explicación ni argumento --se asevera--. La misma fe con la que creyó posible reconducir la lamentable negociación sobre el presupuesto comunitario; la que le hizo dar por hecha la victoria del candidato demócrata en las elecciones norteamericanas y del socialdemócrata en las alemanas; la que le llevó a pensar que Ibarreche retiraría su plan, que la regularización de inmigrantes terminaría con la inmigración ilegal, que Evo Morales respetaría los derechos de las empresas españolas y que Fidel Castro llevaría la democracia a Cuba, entre otras corazonadas destacadas".
Para FAES, lo que está pidiendo el presidente Zapatero a los españoles es que crean en que ETA se va a "rendir incondicionalmente" y sin que el sistema político español sea alterado "en nada", "en que se cumple la Ley cuando se pide a la Justicia que no la aplique y en que Arnaldo Otegi va a darnos la sorpresa de nuestra vida y a demostrar que su única preocupación es nuestro bienestar".
"El presidente ha afirmado que con la fe no se legisla, pero lo que él solicita exactamente es apoyo para que su fe sea nuestra Ley. Después de una sucesión de actos de fe que invariablemente han terminado en fracaso y que han sustituido lo firme por lo inconsciente, que han arruinado la posición exterior y la cohesión interna de España, es de una irresponsabilidad extraordinaria hacer depender la seguridad y la vida de los españoles de algo tan espumoso, tan volátil e inescrutable como la fe del presidente en sus empresas políticas --concluyen--. La perseverancia redime a los humildes, pero condena a los soberbios".
