La familia de la mujer asesinada ayer en Alcalá de Henares (Madrid) le advirtió para que dejara a su presunto asesino

Actualizado: viernes, 18 enero 2008 10:53

ALCALÁ DE HENARES, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

Francisco León, anterior pareja de Yolanda Becerra, la mujer que fue asesinada ayer por la tarde en Alcalá presuntamente a manos de su pareja, aseguró que Andrés Alcolea, el hijo de Yolanda de 11 años de edad y también fallecido, ya le había dicho que "no le gustaba nada" el nuevo compañero sentimental de su madre.

León, visiblemente afectado por el suceso, declaró además que tanto él como la familia de la víctima ya le habían advertido que dejara a Lázaro Daniel porque "le iba a dar problemas".

"Paco, no me gusta Dani, no me gusta estar con él en casa, me decía que veía que pegaba golpes a las puertas y que se emborrachaba mucho", recordó Francisco León lo que Andrés, el niño fallecido, le contaba en ocasiones, ya que a pesar de haber roto la relación con su madre hace dos años, León aseguró que él seguía llevando al niño al colegio y pasaba mucho tiempo en su casa.

Según León, él rompió su relación sentimental con Yolanda hace dos años y fue hace poco más de un año cuando ella inició la convivencia con su presunto asesino.

Sobre el presunto criminal, León aseguró que "era muy raro". "Ella me decía además que era muy celoso, que era muy suyo", explicó León, quien ahora pide que "caiga sobre él la justicia, que averigüen si viene de Cuba, si tiene papeles o no y que se ocupen aquí o allí de él pero que hagan algo".

Yolanda Becerra trabajaba en los servicios sociales del Ayuntamiento de Alcalá. Tenía 44 años y llevaba un año de relación sentimental con su presunto asesino; una relación que inició tras romper con su anterior pareja, Francisco León, con el que convivió durante siete años.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía han confirmado a Europa Press que el presunto asesino había sido detenido en cuatro ocasiones y tenía antecedentes por agresión sexual, lesiones, atentado contra la autoridad, resistencia y desobediencia, así como amenazas e infracción a la Ley de Extranjería. No obstante, la víctima no le había denunciado, no existía orden de alejamiento y tanto la anterior pareja de Yolanda como los vecinos aseguran que el presunto asesino continuaba viviendo en su casa a día de hoy.