Familiares del acusado de matar a su hermano en Madridejos (Toledo) dicen que ambos "se querían muchísimo"

Actualizado: martes, 25 marzo 2008 19:44

TOLEDO, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -

El padre y las dos hermanas de J.R.G., de 34 años, acusado de matar a su hermano J.A.R.G., mayor que él, de varias puñaladas, en octubre de 2005, en Madridejos (Toledo) confirmaron hoy que ambos hombres "se querían muchísimo" y se llevaban "muy ricamente" aunque esa "buena relación" se veía enturbiada a veces por las peleas que ambos mantenían a causa del dinero y la droga.

En su declaración en el juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Toledo, el padre del imputado aseveró que los hermanos --que vivían con él en la localidad-- "no discutían mucho" y se mostró convencido de que "la droga fue la que mató" a la víctima.

También reconoció que el acusado el día de los hechos estaba "drogado", porque se lo notó en los ojos y aseveró que eso era algo que hacían tanto el hijo fallecido como el imputado "desde hacía muchísimo tiempo".

Por su parte, una de las hermanas confesó que cuando llegó al domicilio paterno, tras ser avisada por su padre, se encontró al acusado "postrado" ante la víctima "angustiado, deshecho y tembloroso". Apuntó, como su padre, que el acusado tenía síntomas de estar drogado ese día.

La segunda de las hermanas, que vive en Zaragoza y no llegó hasta pasados los hechos, coincidió con los dos anteriores en que las relaciones "eran buenas" entre ambos hermanos, que el acusado se drogaba --al igual que la víctima-- y que lo hacía "todos los días y bastante" y que cuando lo vio tras pasar una noche en el calabozo "tenía el mono porque había estado toda la noche sin nada".

Durante la jornada de la tarde declararon, igualmente, tres guardias civiles que intervinieron en las primeras horas, dos de los cuales manifestaron que el imputado no parecía presentar síntomas de haber consumido alcohol "ni de nada".

Uno de ellos explicó, además, que fue el acusado cambió su declaración, tras indicar en la primera que estaba durmiendo cuando ocurrieron los hechos, y avanzó que fue el que les acompañó hasta donde había escondido el arma usada para cometer el crimen, en el interior de un leñero que había en la casa, y que esta "la habían limpiado".