MADRID, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, afirmó hoy que le interesa "mucho más" que Galicia tenga "un nivel económico, de renta y de crecimiento", a que le digan "que soy lo que no soy", porque con eso "no se come". Recordó, además, que "más del setenta por ciento" de los gallegos ven a Galicia como una nacionalidad histórica, por lo que no hacer caso a esa mayoría sería una "equivocación".
Durante su intervención en el Nueva Economía Fórum, subrayó que no ve a Galicia "sentada en el diván del psicoanalista" preguntándose qué es, porque "todo el mundo allí" ya lo sabe, no porque lo digan el 13 por ciento de gallegos que piensan que es una nación, sino porque cada vez que se ha preguntado, en 1978 y 1981, los gallegos han dicho que son una "nacionalidad histórica".
En este sentido, argumentó que el debate identitario es promovido por quienes quieren mantener el "egoísmo de los nuevos ricos" y quieren apropiarse de "lo que les interesa", mientras venden al resto el tema de la identidad y dicen que para que un gallego sea igual que un catalán o un vasco, "tiene que ser nación". "Pero a nosotros nos interesa la solidaridad, la cohesión, el AVE, las infraestructuras, los fondos europeos y la industria, porque con lo otro no se come", sentenció.
Así, recalcó que en su CCAA no existe "un debate identitario entre la gente", porque dentro del galleguismo "nunca ha habido problemas con compatibilizar" la identidad gallega "con la española", algo que achacó a que "un partido nacional ha sabido hacer una política galleguista, como es el PP de Galicia". Según dijo, el debate de identidad "pertenece al pasado", mientras que el debate del futuro y del presente es el "de la igualdad y la solidaridad entre todos".
Resaltó, además, que entre 1981 y 2005 ha bajado el porcentaje de quienes se sienten sólo gallegos o españoles y ha crecido "en veinte puntos" el doble sentimiento de sentirse ambas cosas a un tiempo. En este sentido, explicó que el galleguismo es un sentimiento "solidario" de que Galicia forma parte de España, como compatibilizar ese doble sentimiento de "querer a tu padre y a tu madre".
"PROFUNDA IDENTIDAD"
En cualquier caso, reconoció que en Galicia hay una "profunda identidad", aunque puntualizó que no tiene "nada que ver" con ciertas identidades "excluyentes". "La primera de estas identidades postizas surge del complejo de inferioridad de ver a Cataluña y País Vasco como los hermanos mayores de Galicia, mientras que la segunda sería la máscara de la solidaridad. Un futuro para Galicia requiere una España fuerte y cohesionada", aseguró.
Asimismo, expresó su deseo de trabajar para "mejorar" el actual Estatuto gallego, pero no para "romperlo", al tiempo que abogó por darle un contenido "leal y solidario". Añadió, además, que quiere trabajar por una reforma y no por un "pleito que acabe en el Tribunal Constitucional", y subrayó la pertinencia de que el Estado mantenga un buen número de competencias para que pueda "redistribuir", ya que si no esto sería "la ley de la selva".
Preguntado acerca de los últimos sucesos violentos ocurridos en el País Vasco, puso en duda que se pueda comprobar un alto el fuego de ETA "real" y habló de la existencia de "problemas serios". Además, pidió al Gobierno socialista que permanezca "firme" en el Estado de Derecho, aplique la ley, no use atajos y mantenga ilegalizada a Batasuna, al tiempo que lamentó que su partido no sea informado directamente por el Ejecutivo y se entere de "determinadas cuestiones por la prensa".
CONFLICTO CON EXTREMADURA
Por otro lado, comentó las tensiones entre el gobierno gallego y el de Extremadura y recordó que este es el segundo conflicto institucional del gobierno gallego en ocho meses, por lo que criticó que el presidente Touriño no coordine su gobierno. Afirmó que la imposición de lenguas es "autoritarismo", aunque reconoció que la reacción del gobierno extremeño puede haber sido "desproporcionada".
"En Galicia ahora hay dos líderes, un gobierno partido por la mitad y un presidente con el que medio gobierno no despacha", apuntó.
Finalmente, indicó que Galicia no ha sido nunca una prioridad para los gobiernos socialistas, por lo que manifestó su impresión de que Galicia va a ser "la última CCAA a la que llegue la alta velocidad" ferroviaria. Preguntado acerca de la situación de la sanidad pública en esta Comunidad, señaló que "mucho no se hace" por ella, de modo que "cada día hay más distancia con el cumplimiento de los objetivos" que se marcó el nuevo gobierno al llegar al poder.
