El fiscal pide 13 años de prisión para cada una de las imputadas en el asesinato con una katana de un joven en La coruña

Actualizado: lunes, 16 octubre 2006 20:25

Las acusadas declararán mañana ante el juez y serán juzgadas por un jurado popular

LA CORUÑA, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

El fiscal pide 13 años de prisión para cada una de las tres imputadas, S.M.R., S.G.R. y T.A.O., en el asesinato de Luis Pallares Mansó que tuvo lugar en agosto de 2003. El juicio con jurado popular se inició hoy pero será mañana cuando declaren las tres acusadas y explique su implicación en el caso.

El fiscal defiende la teoría de que al menos dos de las mujeres, S.M.R. y S.G.R., se aliaron para matar al joven ya que ambas mantuvieron una relación sentimental con la víctima. Por el contrario, el abogado defensor mantiene que las dos mujeres no se conocían y que únicamente se habían visto una vez en su vida.

La implicación de T.A.O. en el asesinato viene motivada por la presencia de su ADN en la escena del crimen además de una huella dactilar y restos de su cabello. En la habitación donde fue asesinado Luis Pallares se encontraron restos de ADN de las tres acusadas en algunos casos mezclados con la propia sangre de la víctima.

A pesar de que el abogado defensor asegura que no existía ninguna relación entre las mujeres, una de ellas, S.M.R., pareja de la víctima en el momento de su asesinato, declaró con anterioridad que sí conocía a S.G.R., la ex compañera sentimental, a la que acusó de haber cometido el asesinato en su presencia. Además, justificó la presencia de restos de su ADN en la habitación porque aseguró que tuvo que ayudarle a limpiar la sangre.

Sin embargo, fuentes policiales sitúan a S.G.R. en Valladolid el día que supuestamente fue asesinado Luis Pallares, la noche del 18 al 19 de agosto, ya que la mujer y su acompañante fueron detenidos en un control de alcoholemia y al día siguiente tuvieron que personarse en los juzgados de Valladolid para asistir a un juicio rápido.

El cuerpo de Luis Pallares Manso se encontró en su domicilio en A Coruña el 2 de septiembre de 2003 en un avanzado estado de descomposición por lo que los médicos forenses sitúan la fecha de su asesinato en torno a los días 18 y 19 de agosto.

El joven que traficaba con drogas recibió 20 puñaladas con una katana. Los agentes, tras una llamada de los vecinos que alertaron del mal olor que procedía del domicilio, encontraron al joven con el arma homicida clavada en el pecho.