MADRID, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
El fiscal del Tribunal Supremo Antonio del Moral pidió hoy a la Sala de lo Penal del alto tribunal que confirme la condena a 2 años de prisión impuesta por la Audiencia Nacional a María Plazaola por enviar en junio de 2004 cartas amenazantes a dos concejales del PSE en las localidades guipuzcoanas de Villareal de Urretxu y Zumarraga, y una tercera a la sede del mismo partido de este último pueblo, al entender que aunque fueran enviadas por "alguien totalmente ajeno a ETA" se enmarcan en un delito terrorismo, porque ayudan a los fines de la organización terrorista.
Tras elogiar el informe de la defensa de Plazaola, que ejerció el abogado Zigor Reizabal, que habitualmente defiende a presos de ETA en la Audiencia Nacional, por la corrección con la que había expuesto sus argumentos "en un asunto en el que no se puede sacar ningún pero a la sentencia" de instancia, el fiscal pidió que ésta fuera confirmada, aunque para defender sus alegaciones tuviera que decir obviedades.
Según el fiscal, decir que no es una amenaza enviar cartas anónimas a objetivos habituales de ETA, como los concejales, en las que se dice que "quien siembra vientos recoge tempestades", "es un insulto a la inteligencia", porque en el contexto en el que se enviaron los receptores deben sentirse "conturbados".
En este sentido, insistió en que quien recibe una misiva, como las enviadas por Plazaola, según demostraron las muestras de ADN halladas, sabe lo que significa por el contexto en el que se han enviado, aunque vengan sin firma.
Resaltó que la voluntad de amenazar no depende tanto de quién emite la amenaza, sino de quien la recibe, que piensa que está en las manos de quien amenaza, sobre todo porque en algunos momentos sabe que ha habido resultados trágicos.
La defensa, por su parte, pidió que se anule la sentencia, al entender que el contenido de las cartas no es amenazante y que no se ha probado que Plazaola tenga vinculación con ETA, ya que la Audiencia Nacional sólo se refería a que había sido vista en manifestaciones convocadas por Jarrai, Haika y Segi, que según la propia Audiencia son organizaciones ilícitas no terroristas.
La Audiencia Nacional condenó a María Plazaola por un delito continuado de amenazas, al considerar probado que entre el 31 de mayo y el 7 de junio de 2004, la acusada, "militante al menos desde 2000 en el Movimiento Nacional de Liberación Vasco (MLNV) y actuando en consonancia con el designio de la organización terrorista ETA", envió las cartas durante una campaña de la banda contra cargos de partidos políticos nacionales.
QUIEN SIEMBRA VIENTOS RECOGE TEMPESTADES
Entre otras cosas, las cartas decían: "Tú eres miembro del PSOE-PSE, del partido que hace esta apuesta por alargar el conflicto y por lo tanto eres directamente responsable de esta situación. Debes asumir esa responsabilidad con todas las consecuencias que pueda acarrear para ti y tu entorno, pues así lo has decidido. (...) El conflicto salpicará a todos los miembros de tu partido, tanto militantes, como concejales". "Quien siembra vientos recoge tempestades", concluía.
La sentencia subrayaba que las amenazas se produjeron en una campaña de ETA contra concejales, "en la que se produjeron asesinatos", y el "clima de inseguridad y zozobra propiciado por los atentados terroristas y los desórdenes de grupos callejeros conectados" con la banda.
