El juicio se celebrará del 20 al 22 de marzo en la Audiencia Provincial
SANTANDER, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía solicita 25 años de prisión para José Carlos A.B., acusado de asesinar con una pistola en plena calle, en Cazoña, el 12 de septiembre de 2004, a su esposa, Elisa Calderón, frente a su hija común, de 21 meses de edad. El juicio se celebrará del 20 al 22 de marzo en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria.
Este caso, que causó conmoción y fue respondido con diversas declaraciones institucionales de repulsa, fue el segundo de violencia doméstica con resultado de muerte en 2004 en Cantabria, junto con el de Sandra Pinto.
La Fiscalía acusa al procesado de un delito de asesinato, otro de tenencia ilícita de armas, de maltrato habitual, amenazas y quebrantamiento de condena, con la agravante mixta de parentesco y de reincidencia en el caso de las amenazas.
Además, el Ministerio Público pide que se prohíba al acusado que se acerque a los padres de Elisa Calderón, que actúan de acusación particular, así como una multa de 2.160 euros, y una indemnización de 150.000 euros para la hija, y la pérdida de la patria potestad sobre ésta.
Por su parte, el abogado de los padres de la fallecida elevan la petición de condena a 28 años de cárcel, la prohibición de residir en Santander durante el tiempo de condena más otros cinco años, así como de acercarse a los familiares directos de la víctima, inhabilitación para ejercer la patria potestad de la hija, a la que deberá de indemnizar con una cantidad "no inferior a los 250.000 euros", así como en no menos de "150.000 euros" a los padres de Elisa Calderón.
Según fuentes de la Policía Nacional informaron en su momento, José Carlos A.B., que contaba con 40 años en la fecha de autos, tenía más de veinte detenciones anteriores por robos, daños, tráfico de drogas y lesiones. Además, fue denunciado por su víctima por amenazas en 1990 y por malos tratos unas cuatro veces entre 1993 y 2003.
Por los malos tratos estuvo en prisión en 2003 y tenía, además, una orden de alejamiento de la casa de sus suegros hasta 2005 por las amenazas que les causó en verano de 2003.
Según recoge en Fiscal en su escrito de acusación, el procesado, que aunque "estaba legalmente separado" de Elisa "mantenía con la misma una relación afectiva semejante a la marital", mantenía "continuas disputas" con la mujer debido a "su carácter violento y agresivo".
El 12 de septiembre de 2004, José Carlos A.B. llamó por teléfono al padre de Elisa, diciéndole que "le iba a matar a él y a su hija". Salió de su domicilio, y se encontró con Elisa, que tenía 35 años de edad, y con la niña de ambos, en la calle Francisco Iturrino, en el santanderino barrio de Cazoña.
Entonces, el acusado cogió a la niña "con el brazo izquierdo" mientras que con la mano derecha disparó a Elisa en la sien "de forma repentina y sorpresiva".
EL DISPARO AFECTÓ A ÓRGANOS VITALES
El proyectil destruyó "órganos encefálicos vitales que le produjeron la inevitable muerte cerebral", que se certificó horas más tarde, "no pudiéndose hacer nada por salvar su vida" pese a los cuidados médicos, entregándose el procesado horas más tarde cuando se enteró de que "era buscado como autor del disparo mortal".
El fiscal recoge que la víctima vivía por aquellas fechas ocasionalmente en casa de sus padres "por las continuas discusiones que mantenía con aquel, quien en los últimos tiempos había sido denunciado en sucesivas ocasiones por agredir a la propia Elisa".
EL ACUSADO ASUME EL ASESINATO
Por su parte, la Defensa de José Carlos A.B. asume su autoría del asesinato a Elisa, si bien aduce las atenuantes de alteración psíquica, influencia de su adicción a las drogas y entregarse a la Guardia Civil, donde confesó "haber disparado accidentalmente".
Por el delito de asesinato y de tenencia ilícita de armas, el abogado defensor pide 11 años de cárcel. El juicio se iniciará el próximo lunes, 20 de marzo, a partir de las 9.30 horas, en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria, con la declaración del acusado, que está en prisión provisional desde su detención.
