Garicano defiende un control externo de cómo se gastan los fondos europeos y plantea que lo haga la Eurocámara

El líder de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, Luis Garicano.
El líder de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, Luis Garicano. - Marta Fernández Jara - Europa Press - Archivo
Publicado: jueves, 16 julio 2020 17:36

Propone que España facilite un pacto en la UE renunciando a los préstamos del fondo de recuperación

MADRID, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

El líder de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, Luis Garicano, ha afirmado este jueves que el Gobierno debe asumir que tendrá que emprender ciertas reformas a cambio de recibir fondos de la UE para afrontar el impacto económico del coronavirus, y también aceptar que se controle cómo gasta España ese dinero, si bien ha defendido que ese control lo debería ejercer la Eurocámara, no los gobiernos de los Estados miembros.

Ante la dificultad de alcanzar un consenso en el Consejo Europeo del viernes y el sábado en Bruselas sobre el fondo de recuperación, Garicano cree que el Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos haría bien en ceder en algunos aspectos y asumir ciertos compromisos para poder recibir esas ayudas.

"Que haya condiciones que nos exijan que gastemos el dinero bien no es algo sorprendente", lo que hay que hacer es "enfocar esa condicionalidad en la buena dirección y no negarse a todo", ha dicho el eurodiputado y economista en declaraciones a laSexta, recogidas por Europa Press.

Considera, eso sí, que España debe rechazar "condiciones absurdas", sobre todo en relación con el pacto de estabilidad y crecimiento, que supervisa la política fiscal de los países miembros de la UE y que está suspendido con motivo de la crisis del coronavirus.

Respecto al control del uso que hace cada país de los fondos, Garicano cree que esta labor "no debe ser del Consejo Europeo o de los gobiernos, sino que debería ser del Parlamento Europeo, que es donde están representados todos los ciudadanos", pues "no tiene sentido que un país esté controlando a otro".

Países Bajos defiende que los proyectos y cada desembolso de dinero tenga que contar con el visto bueno unánime del Consejo Europeo, lo que significa que cada Estado miembro tendría derecho de veto. El Gobierno de España, en cambio, sostiene que la verificación de los planes de recuperación nacionales se podría hacer a través del 'semestre europeo', donde la voz cantante la lleva la Comisión Europea.

REFORMAS EN EL MERCADO LABORAL Y EN EDUCACIÓN

Por otro lado, Garicano ha sugerido que, con el fin de facilitar un acuerdo con sus socios europeos este fin de semana, España acceda que en el paquete europeo se mantengan únicamente los 500.000 millones de euros previstos para transferencias directas, eliminando los 250.000 millones correspondientes a préstamos.

En su opinión, se podrían "eliminar completamente" esos 250.000 millones porque "ya hay otros préstamos que se pueden usar, como el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)".

La propuesta de la Comisión Europea es emitir deuda europea para poner en marcha un fondo de 750.000 millones de euros, de los cuales 500.000 se destinarían a ayudas no reembolsables y 250.000 a préstamos. De esa cantidad, España tendría acceso a más de 140.000 millones, entre transferencias directas (unos 77.000 millones) y préstamos a devolver (63.000 millones).

Por otro lado, Garicano ve necesario que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ofrezca a realizar una serie de reformas "buenas para la economía española y para la cohesión de la sociedad".

Por ejemplo, ha apostado por "mejorar el mercado de trabajo", para evitar que con cada crisis económica el paro suba por encima del 20%, y por tomar medidas en la educación para reducir el abandono escolar. "Son cosas que tenemos que poder prometer", y "que esas condiciones existan nos ayuda a gastar mejor", ha defendido.

CELEBRA EL "CAMBIO DE TONO" DE SÁNCHEZ

Respecto a la estrategia de Sánchez, que se ha reunido con los gobernantes de Países Bajos, Suecia --reacios al paquete de ayudas europeo--, Alemania, Francia, Portugal e Italia, Garicano ha celebrado tanto estos contactos como el "cambio de tono" del presidente.

A su modo de ver, Sánchez está ahora tratando de "escuchar y comprender" las posturas y motivaciones de los distintos países y eso "es clave en cualquier negociación".

"Tenemos el Gobierno que tenemos, con algunos elementos muy poco creíbles en Europa" --por Unidas Podemos--, "pero me parece que lo que estamos haciendo ahora, unidos en el Parlamento Europeo el PSOE, el PP y Ciudadanos, y el presidente pidiendo claridad", es "lo correcto", ha manifestado.

ACABAR CON EL "PIRATEO FISCAL" EN LA UE

Por otra parte, el líder de Cs en la Eurocámara se ha pronunciado sobre la sentencia del Tribunal General de la Unión Europea (TUE) que anula la decisión de la Comisión Europea de exigir a Apple la devolución de 13.000 millones de euros más intereses en Irlanda por haberse beneficiado de ayudas fiscales ilegales.

El tribunal sostiene que el Ejecutivo comunitario no ha podido demostrar que la multinacional tecnológica se beneficiase desde 1991 de ayudas públicas que falsearon la competencia del mercado interior y que hubieran resultado incompatibles con la legislación europea. Tanto Dublín como la multinacional tecnológica habían recurrido la decisión de la Comisión.

Según Garicano, en Europa hay una situación "intolerable" de "auténtico pirateo fiscal" que ha permitido que en España Netflix pagara solo 3.000 euros en impuestos en 2018 o que Apple se beneficiara en Irlanda de un tipo impositivo del 0,0005%.

El problema, a su modo de ver, es que algunos gobiernos, entre los que ha citado a Irlanda, Luxemburgo, Malta, Chipre y Países Bajos, "tienen una situación fiscal que permite a las empresas mover sus beneficios de un país a otro para no pagar lo que les corresponde".

"Esto es inaceptable", ha afirmado el eurodiputado, que ha expresado su esperanza de que la Comisión Europea deje de intentar "tapar agujeros" y apueste por "una solución legislativa mucho más decidida" para resolver esta cuestión de una vez, buscando el consenso de todos los Estados miembros.