El gerente de Aqualia declarará como imputado en el caso del menor electrocutado en Almería

Actualizado: jueves, 14 septiembre 2006 20:12

ALMERÍA, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de Instrucción número 1 de Almería ha llamado a declarar al gerente de Aqualia, Eduardo del Castillo, en calidad de imputado en el caso por la muerte de un niño de 13 años de edad, identificado como F.J.N.A., que fallecía electrocutado en los depósitos de agua que gestiona la empresa en la barriada almeriense de Pescadería.

Según detalló hoy a Europa Press la acusación particular, ejercida por José Carlos Segura, tras 16 meses desde el fallecimiento del menor y tras superar dos intentos de archivar las actuaciones por parte del anterior titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Almería, el actual titular de dicho juzgado ha acordado realizar parte de las pruebas solicitadas por la representación judicial de los padres del menor.

Entre dichas actuaciones se tomará declaración al gerente de Aqualia como imputado --a primeros de octubre--, requiriéndolo, además, para que aporte los boletines de instalaciones eléctricas de la caseta, las revisiones periódicas correspondientes y los partes de incidencias en las revisiones diarias.

Además, el juzgado identificará a los miembros de la Policía Nacional y de los bomberos que actuaron en la madrugada del fallecimiento del menor, con el objeto de que presten declaración sobre los pormenores de sus actuaciones y determinar el por qué no saltaron los mecanismos de seguridad eléctrica y los depósitos siguieran emitiendo descargas eléctricas hasta más de una hora después de la caída del menor a los contenedores.

Este hecho imposibilitó el rescate del joven hasta la llegada de los bomberos, a pesar de que hasta el propio padre lo intentó repetidamente teniendo que abandonar sus intentos de rescatar a su hijo por la intensidad de dichas descargas.

INFORME DE RATIFICACION DE AUTOPSIA

Por otro lado, y según el informe de ratificación de autopsia al que tuvo acceso Europa Press, se demuestra que existió "sumersión asociada a la electrocución", lo que "contribuyó de forma definitiva a acelerar el fallecimiento", es decir, que el menor "pudo quedar inconsciente por la descarga recibida o realizar respiraciones de tipo agónico bajo el agua".

Los hechos tuvieron lugar el día 23 de mayo de 2005, cuando el menor se había desplazado hasta la zona, pasada la medianoche, con amigos y fue sobre las 02.10 horas cuando los bomberos recibieron el aviso de que tenían que sacar del agua a uno de ellos que se había ahogado.

Los bomberos, que comentaron las extrañas circunstancias del suceso por la hora y el lugar en que ocurrió, rescataron el cadáver del joven desde el fondo de uno de los aljibes. La llamada de alerta la dio uno de los compañeros de la víctima.

Una vez recibido el aviso, los efectivos se movilizaron lo más rápidamente posible, pero tan sólo pudieron rescatar el cuerpo sin vida del chico que iba vestido con un bañador.