El Gobierno acepta una propuesta del PP para buscar una posición común española sobre el futuro de Cuba

Actualizado: miércoles, 13 diciembre 2006 21:14

El PP pide aparcar las diferencias en este asunto y ofrecer al pueblo cubano una "muestra inteligente de consenso" desde España

MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, aceptó esta tarde una propuesta del Partido Popular para intentar buscar una posición común sobre el futuro de Cuba ante la enfermedad del presidente Fidel Castro en julio que le obligó a delegar sus poderes en su hermano y ministro de Defensa, Raúl Castro.

El diputado y secretario de Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, presentó una interpelación urgente sobre el caso específico de Cuba ante el "peligro de presenciar como una dictadura se sucede a sí misma por vía de consanguinidad".

"Castro está desaparecido y esa ausencia tan visible es el prologo de su extinción definitiva", opinó desde la tribuna del hemiciclo antes de advertir que una sucesión como la actual es una "aberrante perversión política" que choca "frontalmente" con los valores y principios que comparten la mayoría de ciudadanos españoles y cubanos.

Desde la cesión de poderes a finales de julio, Moragas señaló que la represión ha continuado, "los presos políticos siguen pudriéndose en las cárceles cubanas", persisten "los actos de repudio organizados por la Policía política" y los periodistas independientes siguen siendo "perseguidos, detenidos y condenados bajo la enervante acusación de peligrosidad social predelictiva". Por ello, aseveró que Cuba "sigue siendo una gran prisión".

A continuación, planteó los principios básicos para una posición común española: en primer lugar, tener un diálogo "crítico y exigente" con las nuevas autoridades cubanas encabezadas por Raúl Castro. "Si el objetivo es llegar a una transición política cubana es necesario tender puentes con los sectores reformistas que puedan eventualmente aflorar", manifestó.

Este diálogo debe ir acompañado de la petición de liberación de todos los presos políticos, de un nuevo rumbo de reformas democráticas que conduzcan al diálogo "sin exclusiones entre todos los cubanos sobre la base del respeto a la soberanía e independencia de la nación cubana", así como plantear el reconocimiento de partidos políticos, de la libertad de asociación y de libertad de circulación.

En su opinión, se trataría de "armar" una posición común española que permita al Gobierno español "presentarse ante sus interlocutores internacionales con el aval de un consenso nacional" sobre Cuba.

APARCAR LAS DIFERENCIAS ENTRE PARTIDOS

"Es momento, por lo tanto, para aparcar las diferencias que hemos arrastrado hasta aquí sobre su política exterior, especialmente en el tema de Cuba, y ofrecer al pueblo cubano una muestra inteligente de consenso. Es momento de confiar, aunque sea difícil, en el adversario político y entender que nuestra propuesta no supone ningún corsé ni atadura para su Gobierno, sino un plus de legitimidad para acometer una tarea que será larga y que, sin duda, ocupará a más de un Gobierno democrático de España", señaló Moragas.

El responsable 'popular' dejó claro que nunca deseará la muerte a nadie (en referencia a Fidel Castro), pero consideró que el deber del Partido Popular y el suyo --dijo dirigiéndose a Moratinos-- es "pensar en los vivos, pensar en el futuro en libertad de los jóvenes cubanos que tienen todo el derecho de soñar un futuro en libertad y prosperidad".

En su primera réplica, Moratinos admitió que la iniciativa del PP "merece la atención de todos los grupos" de la Cámara. "Estamos dispuestos al consenso, dispuestos a trabajar sobre los puntos que ha mencionado, pero lo más importante es que la decisión la tiene el pueblo cubano y sus ciudadanos, y nosotros no nos podemos sustituir a ellos", precisó el ministro.

Tras ello, señaló una serie de reflexiones generales. En primer lugar, reiteró su deseo de un "pronto restablecimiento" del mandatario cubano y expresó la importancia de "mantener y fortalecer" la capacidad de diálogo con las autoridades de La Habana, algo que el anterior Gobierno del PP no tuvo al perder "toda interlocución" tras promover las sanciones contra la isla en el seno de la Unión Europea.

Además, agradeció que el principal partido de la oposición diga ahora que se puede tener un diálogo con las autoridades de Cuba. En cualquier caso, destacó que desde que se formó el Ejecutivo socialista se han liberado a 15 de los 75 opositores detenidos en abril de 2003 y condenados poco después a largas penas de cárcel, junto con otros seis detenidos en julio 2005 que han sido puestos en libertad en las últimas semanas.

SE QUERÍAN MÁS RESULTADOS

Si bien el Gobierno Zapatero hubiera deseado tener "más resultados" con su política europea hacia Cuba, Moratinos destacó que España haya podido trasladar "ideas, propuestas y también críticas" a Cuba en determinados momentos. Desde que Castro delegó sus poderes "no ha habido prácticamente actos de repudio ni encarcelamientos", apuntó el ministro, y las últimas liberaciones de presos políticos "podrían ser el principio de un goteo que continuará". A ello se une la "prudencia" de los dirigentes de la disidencia "que no desean añadir tensión a un momento de por sí difícil y que no descartan que las nuevas autoridades inicien algún tipo de proceso de reforma económica o, incluso, política una vez que el traspaso de poderes sea definitivo".

En su segunda intervención, Moragas opinó que actos de repudio y detenciones sí ha habido en los últimos meses según los datos de la disidencia y oposición democrática dentro de la isla. Además, puntualizó que el PP "nunca" prohibió al Ejecutivo a no hablar con el Gobierno de Cuba, "sino que no se podía prestar a un chantaje o lo que llamamos timo de la estampita".

"Con una dictadura, hay que mantener un diálogo pero no hacer un movimiento previo, sino que corresponde al dictador demostrar su buena voluntad actuando en primer lugar", advirtió el diputado 'popular'.

En su última réplica, Moratinos reafirmó que en su ánimo siempre está el buscar consensos y, a ser posible, con el PP, resaltando que la interlocución con las autoridades cubanas es la "gran diferencia" respecto a la etapa española de José María Aznar.

En cualquier caso, reiteró su disposición a la negociación de una posición común española. "Son puntos que pueden ser debatidos, hay que matizarlos, pero estoy seguro que el Grupo Socialista estará dispuesto a discutirlos para encauzarlos en un momento volátil, muy sensible" como el que vive Cuba, señaló.

NO PRESIONAR NI TENER UN "MODELO PREFABRICADO"

En su opinión, hay una actitud general de espera de lo que va a ocurrir en la isla. En cuanto a los casos de repudio y la actitud hacia los disidentes, insistió en que hay una situación que es mejor con la salida de una serie de prisioneros políticos por los que España se felicita. "El Gobierno va a trabajar para que no haya presos políticos en Cuba y en ese sentido estamos de acuerdo", indicó a Moragas.

El ministro apostó por una "visión política clara, responsable y coherente" en un momento "muy complejo" de Cuba. "La mejor manera de acompañar este proceso es respetar a los propios cubanos, a las autoridades cubanas que tienen una parte importante de responsabilidad y acompañarles en un proceso de profundización de democracia, de respeto pleno de los Derechos Humanos", incidió.

Por último, apuntó que en estos procesos, "lo peor es tener presiones y tener ya el modelo prefabricado" de lo se quiere de modelo para Cuba. "Seamos muy respetuosos con los tiempos y con la manera que podamos acompañar este proceso", concluyó.