MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno español defendió hoy la postura de sus socios europeos, muy críticos con la actuación del Gobierno iraní tras las polémicas elecciones presidenciales del 12 de junio, y afirmó que las acusaciones de injerencia planteadas por las autoridades iraníes "no contribuyen a la solución de la crisis política en Irán".
"Afirmamos nuestra plena solidaridad con nuestros socios europeos, que han sido acusados de manera totalmente injustificada de promover las protestas y los disturbios que se están registrando en Irán desde las pasadas elecciones presidenciales", afirmó un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores en declaraciones a Europa Press.
Según el Gobierno, estas acusaciones "carecen de fundamento alguno". "Apelamos al sentido de la responsabilidad de las autoridades iraníes para que atiendan con total transparencia las legítimas reclamaciones de los candidatos", agregó.
Por último, el portavoz expresó el deseo de "que cualquier manifestación de protesta transcurra por cauces pacíficos y que no se recurra a la violencia para sofocar tales manifestaciones".
El candidato reformista, Mir Hosein Musavi, denunció fraude electoral en las elecciones presidenciales tras conocerse los resultados, el pasado 13 de junio, que otorgaban al actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, una aplastante victoria y la reelección. Desde entonces, se han sucedido las manifestaciones de protesta de los seguidores de Musavi y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que han provocado ya decenas de muertos.
