El II Congreso Internacional de Derechos Humanos de Bilbao concluye con la lectura de un resumen de las tres jornadas
BILBAO, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
El director de Derechos Humanos del Gobierno vasco, Jon Landa, afirmó hoy que los derechos humanos son "eje transversal, de primer rango de los procesos de paz, y no una cuestión accesoria, tendencia que se va consolidando en la ONU, sobre todo de la mano del informe Brahimi".
Esta es una de las conclusiones recogidas en el documento-resumen extraído del desarrollo de las tres jornadas del II Congreso Internacional de Derechos Humanos: La resolución de conflictos, celebradas en Bilbao, que fue leído por Landa, quien resaltó que el respeto a los derechos humanos "no debe depender de acuerdos alcanzados en un proceso de negociación, sino que es una cuestión previa e innegociable".
Una veintena de ponentes y más de un centenar de asistentes de todo el mundo se han dado cita en el Palacio Euskalduna de Bilbao en tres jornadas de intensa actividad. El acto final reportó la lectura de un documento enviado por el premio Nobel de la Paz de 1980, Adolfo Pérez Esquivel, ausente en el Congreso por prescripción médica, así como un resumen de las reflexiones dispuestas a lo largo de estos tres días en un evento marcado con el objetivo de "aportar nuevas perspectivas al proceso de paz en estos momentos de esperanza, aprendiendo de otras experiencias y extrayendo conclusiones que sean de utilidad para el proceso de paz que se vive en Euskadi".
Las cuestiones fundamentales que afloraron durante el Congreso pueden clasificarse en tres grupos: los retos de los procesos de paz, sus dificultades o aspectos más sensibles y las pautas para su resolución desde una perspectiva comparada.
En cuanto a los retos, los participantes constataron que uno de los desafíos en los procesos paz es "conseguir el equilibrio entre el necesario respeto a los derechos humanos y la buena marcha del proceso de paz. Otro de los retos fundamentales en cualquier proceso de paz es que aflore la verdad".
Asimismo, destacaron que la actitud es "obligatoria para embarcarse en un exitoso proceso de paz: actitud política, habilidad para escuchar y ser escuchado, perseverancia e imaginación, responsabilidad por parte de los líderes del proceso o asimilación del concepto de memoria justa".
