PONTEVEDRA, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de vecinos de Poio (Pontevedra) afectados por el proyecto de reforma y mejora de la seguridad vial en la carretera PO-308 cumple dos semanas de encierro en el Ayuntamiento, a la espera de que la Consellería de Política Territorial estudie las alternativas presentadas por el colectivo vecinal.
Los afectados amenazan con intensificar sus protestas a partir de mañana, cuando concluye el "ultimátum" dado a la consellería para que valore sus propuestas.
Además, no descartan retomar los cortes de tráfico en el vial que comunica Pontevedra con Sanxenxo o presentarse en la sede de Política Territorial en Santiago para exigir atención a sus reivindicaciones.
La portavoz del colectivo vecinal, Teresa Vidal, señaló que los técnicos de la Consellería de Política Territorial analizaron durante la pasada jornada y "caso por caso" la situación de cada uno de los 60 afectados por las expropiaciones en el tramo de obras previsto entre los lugares de O Pereiro y A Pinela.
"Aunque se aprecia buena voluntad por su parte", señaló Teresa Vidal en relación a la actitud de los técnicos, "los vecinos llevan cinco meses de engaños y mentiras y no se fían", añadió.
Teresa Vidal también criticó la falta de interés por parte del alcalde de Poio, Luciano Sobral, y la teniente alcalde, Consuelo Besada, hacia la situación de los vecinos que ocupan el salón de plenos del ayuntamiento. "No existimos para ellos y humanamente no se dignan ni en preguntar", dijo. No obstante, la portavoz vecinal señaló que el balance de la convivencia, que comparó con un "Gran Hermano", es satisfactoria.