Guerra rechaza negociar con ETA "en la plaza pública"

Actualizado: jueves, 17 mayo 2007 1:11


MÓSTOLES, 16 May. (EUROPA PRESS) -

El ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra rechazó hoy que el proceso de negociación con la banda terrorista ETA pueda realizarse "en la plaza pública" y señaló que este tipo de procesos "hay que hacerlos muy discretamente" y es más conveniente "meterse en las cuevas más profundas que puedas".

"A mí me parece que todo el mundo habla demasiado de estas cosas y en la plaza pública es difícil terminar con el terrorismo", señaló Guerra durante un mitin del PSOE en Móstoles en el que defendió que "hay que meterse en las cuevas más profundas que puedas y, cuando lo tengas, dices 'oye, pues lo he conseguido'".

Guerra llamó "agentes de prensa" de ETA a lo que denominó "el tridente ofensivo" del PP, en referencia a su presidente, Mariano Rajoy, al que se refirió señalándose la barba; al secretario general de esta formación, Ángel Acebes, al que llamó "el del acíbar" o "boca de miel"; y al portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, al que denominó "el que los aplana". "Cuándo podría pensar ETA que iba a tener a tres agentes de prensa como los tres del tridente éste", señaló.

De igual modo, defendió que en la lucha contra el terrorismo el Gobierno tiene que tener "las manos libres" y la oposición debe "apoyar" al Ejecutivo. "Estaba antes el otro --indicó tocándose el bigote, en implícita alusión al ex presidente José María Aznar-- y hacía cosas que a mí no me gustaban, pero yo callaba porque en la lucha contra el terrorismo es el Gobierno el que tiene que tener las manos libres para hacerlo", apuntó.

CRÍTICAS A AZNAR, "EL TÍO DEL CEPILLO"

Durante su intervención, el ex vicepresidente acusó al PP de "no aceptar su derrota" en las últimas elecciones generales e incluso imitó a Aznar, al que se refirió como "el tío del cepillo", para recordar que defendía "la existencia de armas de destrucción masiva en Irak" o la autoría de "los otros", en lugar de los islamistas, en la matanza del 11-M.

De igual modo, rechazó sus manifestaciones sobre las campañas de publicidad de la Dirección General de Tráfico (DGT) --"éste probó de 50 barriles y luego dio el discurso", dijo-- y le censuró por dar conferencias con "los fascistas", en referencia al dirigente italiano Gianfranco Finni. "Cada uno tiene los amigos que quiere", apuntó.