Guinea Ec.- El exilio se pone en contacto con Obiang para pedir el inicio de negociaciones en España, Francia o EEUU

Actualizado: jueves, 9 abril 2009 12:39

MADRID, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

Varios partidos de la oposición ecuatoguineana exiliados en España se pusieron en contacto a finales de marzo con el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, para pedir el inicio de negociaciones políticas en un país neutral, que podría ser España, Francia o Estados Unidos, según informó el autoconstituido Gobierno de Guinea Ecuatorial en el Exilio, presidido por Severo Moto.

En una carta abierta enviada a Obiang el pasado 23 de marzo, los representantes de los partidos políticos de oposición exiliados en España solicitaron la apertura de unas negociaciones que finalicen "con su abandono del poder y la instauración en Guinea Ecuatorial de un Estado de derecho".

"La carta, a la vez que a Obiang Nguema, fue enviada a las principales autoridades de España, Francia, Estados Unidos, y la Unión Europea", aseguró el Gobierno en el Exilio, que añadió, citando fuentes propias, que el mandatario africano "habría recibido esta misiva también por parte de la Presidencia del Gobierno español". Las mismas fuentes señalaron que Obiang Nguema ha "ignorado" esta nueva iniciativa de la oposición "en busca de perpetuarse en el poder y no permitir nunca la llegada de la democracia a nuestro país".

La carta está firmada por la Alianza para el Progreso de Guinea Ecuatorial (APGE), el Movimiento para la Autodeterminacion de la Isla Bioko (MAIB), Fuerza Demócrata Republicana (FDR) y el Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial (PPGE, la formación presidida por Moto), entre otros partidos. Fuentes de la oposición en el exilio indicaron que la carta había sido propuesta por Severo Moto y que la Unión Popular (UP), presente en la reunión en que se debatió el texto, se negó a firmarla. Nueve miembros de esta formación han sido detenidos desde el pasado 17 de febrero en Guinea Ecuatorial y se encuentra en el penal de Black Beach bajo la acusación de "atentado contra la seguridad del Estado".

En la carta, los partidos firmantes destacan el "altísimo honor" que supone para ellos dirigirse al presidente (al que se menciona en todo momento con las siglas V.E., "Vuestra Excelencia") y afirman que "los últimos acontecimientos registrados" en el país --en referencia al asalto del pasado 17 de febrero contra el Palacio Presidencial en Malabo-- "son signos muy claros de los múltiples peligros que rodean a nuestro pueblo". "Esta situación es consecuencia de largas décadas de desencuentro y desentendimiento entre el poder que lidera V.E. y los disidentes, obligados al exilio", prosigue el texto.

"Creemos, señor presidente, que ha llegado el momento de abrir, con urgencia, cauces de diálogo y entendimiento entre las diferentes fuerzas vivas del país y el poder, a fin de asentar las bases de una estabilidad política y social de Guinea Ecuatorial, para bien de todos", señalan los partidos firmanes.

"Por ello, los abajo firmantes, venimos a proponer, una vez más, y formalmente, la apertura de negociaciones entre el Gobierno presidido por V.E. y los grupos de oposición que proponen dichas negociaciones", continúa la carta.

"El creciente y especial interés demostrado por algunas potencias mundiales, avala la oportunidad y necesidad de estas negociaciones, que podrían contar, incluso, con la financiación de dichas potencias, si así lo solicitan las partes", prosigue. En este sentido, "en favor del máximo clima de confianza, seriedad y distensión por ambas partes, las negociaciones entre V.E. y los líderes políticos de oposición deberían producirse en un terreno neutral, fuera de Guinea Ecuatorial (¿España, Francia, Estados Unidos?)", añade.

Según las formaciones firmantes, las negociaciones deberían concluir con "una amplia amnistía general que permita la reagrupación en el seno patrio de todos sus hijos esparcidos en la diáspora, y la libertad de todos los presos políticos que hubiera dentro del país, para el pleno ejercicio de sus libertades fundamentales y Derechos Humanos". Los "demás extremos de la negociación" deberían reservarse "para la mesa de diálogo", precisa la carta, que concluye con la frase "Dios guarde a V.E. muchos años".