Cree que el país vecino sería el "primer beneficiado", pero que también España tiene argumentos para dar "el primer paso"
MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, reivindica "valentía política" para "replantear" las relaciones entre España y la Unión Europea con Marruecos y cree que Melilla "representa una clara oportunidad" para relanzarlas. Entre otros argumentos, asegura que sus relaciones con la región marroquí de Nador están "próximas a la vecindad fluida".
Según Imbroda, las posibilidades que ofrece Melilla no exigirían "recursos adicionales a los que tanto la Unión Europea como España ya están destinando a Marruecos", sino una "reasignación" para sacar más partido a esos mismos fondos. Así lo argumenta el dirigente español en la introducción del libro 'Melilla, una oportunidad para las relaciones hispano-marroquíes', de José María López Bueno.
Para el presidente melillense, Marruecos podría dar el primer paso para esa reorientación en las relaciones entre ambos países porque sería el "primer beneficiado", pero añade que también España, y por extensión la Unión Europea, tiene argumentos para tomar la iniciativa.
En primer lugar, porque lograr la "estabilidad" en la frontera sur es un "objetivo prioritario", evitar una combinación de subdesarrollo económico y tensiones sociales "con la presencia amenazante del islamismo radical". "El escenario no puede ser más hostil", advierte, y sería patente en la única frontera terrestre de la Unión en el sur, Ceuta y Melilla.
Argumenta también Juan José Imbroda que "debería mover a la acción" a los políticos nacionales y comunitarios el derecho que tienen "los españoles de Melilla y Ceuta" a tener "posibilidades de estabilidad y desarrollo".
A su juicio, estas dos ciudades son vistas por el resto del país como "algo insólito" y, en el caso de algunos, como "un problema". "La combinación de desconocimiento, excepcionalidad en el mapa geográfico español y los problemas con el país vecino ha generado en algunos españoles una sensación de impropiedad que ha sido asumida por ciertos políticos y analistas", denuncia.
Añade, sin embargo Imbroda, que esta "visión sombría" tuvo un "punto de inflexión" con la visita de los Reyes el pasado mes de noviembre, que ofreció a ceutíes y melillenses "alegría y optimismo en su futuro".
REASIGNAR FONDOS.
Imbroda recalca en su escrito que no sería necesario incrementar los fondos destinados a Marruecos sino reorientarlos. Con respecto a la ayuda española, defiende que se reparta con "mayor equilibrio" el dinero entre la zona occidental y la oriental.
"En el norte de Marruecos se da una desproporción de 6 a 1 entre los fondos recibidos por la región Tánger-Tetuán al oeste, más desarrollada y próxima a las capitales política y económica del país, y la Región Oriental, más alejada y peor comunicada, donde se encuentra Nador".
Esta situación, según Imbroda, se da también en el caso de los fondos procedentes de la Unión Europea, que va a aplicar un nuevo instrumento financiero, la Política Europea de Vecindad, surgida para promover un área de prosperidad compartida en las fronteras exteriores de la UE. Según Imbroda, entre los países que forman esa frontera, Marruecos presenta "indicadores de eficacia" que "pueden ser más un inconveniente que una ayuda".
Sin embargo, el argumento del presidente de Melilla es que la "instrumentación" de esos proyectos en combinación con esta ciudad autónoma "tendría ventajas importantes, de las que carecerían esos mismos proyectos gestionados exclusivamente por instituciones marroquíes".
