Ingenieros extremeños crean una 'cereza electrónica' para evitar pérdidas en las empresas hortofrutícolas

Actualizado: domingo, 14 mayo 2006 20:23

BADAJOZ, 14 May. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de ingenieros extremeños ha desarrollado una "cereza electrónica", un aparato que registra los impactos que recibe la fruta durante su manipulación hasta llegar al embalaje final, con el objetivo de reducir las pérdidas económicas que sufren las cooperativas y las empresas hortofrutícolas por el deterioro del producto.

La idea surgió de los miembros de la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte quienes, a raíz de estas pérdidas, se pusieron en contacto con un grupo de investigadores de la empresa Coveless, que desarrolla la tecnología que empieza a investigarse en la Universidad de Extremadura. Los ingenieros, después de observar las líneas de producción y los problemas que se originaban en las cintas transportadoras, se pusieron manos a la obra para mejorar el tratamiento de cada una de las piezas de fruta.

La 'e-fruta' o fruta electrónica consiste en un pequeño microcontrolador del tamaño de una cereza, aunque se puede adaptar a la fruta a evaluar, que está compuesto por un micrófono, una memoria y un acelerómetro que se encarga de registrar los impactos en la línea de producción.

Este aparato se introduce en la línea de producción como si se tratara de una fruta normal y va registrando los impactos que sufre para guardarlos en una memoria interna. Al terminar este proceso, la información obtenida por el microcontrolador se descarga en un ordenador. "Así se determinan las zonas críticas donde se pueden producir más impactos", señaló el socio fundador de la empresa Coveless, José Manuel Mangas Rodríguez.

En declaraciones a Europa Press, explicó que, después de comprobar los diferentes problemas de la línea de producción, la empresa puede hacer los cambios que estime oportunos, volver a diseñarla o comunicar los errores a los propietarios para que busquen soluciones alternativas.

"Una vez se cuantifican esos impactos, se toman medidas correctoras, y posteriormente se vuelven a medir para ver si realmente se ha conseguido mejorar", resumió.

La limitación de este sistema llamado 'e-fruta' estriba en su tamaño ya que cuanto más pequeño es, más complicada es su fabricación. Así, Mangas Rodríguez subrayó que hasta ahora se ha conseguido reducir sus dimensiones hasta los 14 milímetros, lo que supone que puede servir para mejorar las líneas de producción de productos tan pequeños como las cerezas o el tomate 'cherry' hasta otros mayores como sandías o melones.

MEJORAR Y OPTIMIZAR LA TÉCNICA

Actualmente, estos investigadores están trabajando para mejorar el prototipo y optimizarlo. "Intentamos diseñar esta electrónica para adaptarla a un equipo más comercial que se pueda adaptar a distintos tamaños y frutas", aseguró el otro promotor de Coveless, Rafael Leal.

En este sentido, mostró su esperanza en que a finales de año puedan tener ya una máquina en el mercado. "La idea que tenemos es que el diseño se pueda adaptar a cada caso, adaptándolo al tamaño real de cada fruta", aseguró Rafael Leal.

Finalmente, agregó que este proyecto parte de otro iniciado hace cinco años por la Universidad de Extremadura. En esta nueva fase, los miembros de esta empresa se han encargado de mejorarlo y aplicarlo a las necesidades actuales, lo que requería reducir el tamaño de estas 'e-frutas'.