Rabat dice sobre la reunión que ha llegado el tiempo de las "medidas concretas" entre europeos y africanos
RABAT, 11 Jul. (Del enviado especial de EUROPA PRESS Antonio Rodríguez) -
El ministro delegado marroquí de Asuntos Exteriores, Taieb Fassi Fihri, dejó claro esta tarde que su Gobierno no ve justificación alguna a la ausencia de Argelia en la recién concluida Conferencia euroafricana sobre migración y desarrollo que se celebró en Rabat, aunque animó a las autoridades de Argel a sumarse al plan de acción que ha salido de esta reunión.
Fassi Fihri reconoció que Argelia es un país "importante" en la cooperación migratoria debido a que tanto país de origen como de tránsito. Gran parte de los inmigrantes subsaharianos utilizan las rutas argelinas para entrar por el noreste de Marruecos e intentar el paso a Europa por las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla o por el Estrecho.
El responsable marroquí insistió en que su país ha trabajado estos últimos meses para "superar las divergencias" que tiene con Argelia y lograr, de esta forma, que el país vecino estuviese en esta Conferencia euroafricana. "No hemos entendido ninguna de las explicaciones evocadas para justificar su ausencia", reconoció.
Pese a ello, Fassi Fihri que las autoridades argelinas son "siempre" bienvenidas a sumarse al plan de acción que europeos y africanos podrán a partir de ahora en marcha tras la reunión de Rabat. Sobre el contenido de la Conferencia en sí, constató que todo el mundo ha estado de acuerdo en la problemática migratoria no se debe afrontar "de forma unilateral ni unidimensional".
"Ningún país puede hacer sólo este trabajo", dejó claro tras destacar que la cita de Rabat ha "renovado" un nuevo espíritu de "diálogo, aproximación al problema y adopción de mejores medidas" para gestionar los flujos de inmigración legal e ilegal.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaissa, indicó en su discurso de clausura de la Conferencia que ha llegado el momento de desarrollar África y reforzar la cooperación entre el Norte y el Sur en el marco de una acción de "solidaridad, responsabilidad compartida y complementariedad".
"Tenemos un objetivo legítimo y justificado: el de combatir la diabolización de la migración. Todos nosotros, conscientes del desafío que representa, hemos denunciado una estigmatización de este fenómeno que, en suma, es fuente de enriquecimiento mutuo", manifestó Benaissa.
Por ello, constató que la gestión de los flujos migratorios es "algo adquirido" por los participantes. "La cita de Rabat es y quedará como la primera etapa de una asociación significativa que tendrá como mérito el encontrar una posición común frente a los desafíos y posibilidades que nos esperan. Esperamos que este proceso se concretice con los objetivos que nos hemos fijado. El círculo de la concertación se han iniciado, la hora de las medidas concretas ha llegado", concluyó.
