Dice haber sentado "para siempre" un "principio" en política exterior al servicio de la legalidad internacional, "gobierne quien gobierne"
MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió hoy la regularización de inmigrantes que ha llevado a cabo su Gobierno, justificando esta medida en que la existencia de irregulares estaba perjudicando a los trabajadores porque mermaba sus derechos y precisó que su Gobierno hace política con la cabeza, bastante con el corazón y nunca con las tripas, como algunos.
En cuanto al envío de tropas al Líbano y otros conflictos, aseguró que está "afirmando un principio" que regirá siempre en la política exterior de España "gobierne quien gobierne", y es que España siempre estará al servicio de la legalidad internacional y no de grandes potencias y guerras ilegales.
Según Zapatero, el problema de la inmigración exige una respuesta que "favorezca la convivencia" y no se debe "mirar a otro lado, ni echar la culpa a los de fuera", por eso, dijo que "siempre le ha repugnado hacer política con la inmigración cuando se habla de seres humanos".
Apostó también por realizar políticas sociales que garanticen los derechos de los inmigrantes, pero también los derechos de los españoles. En su opinión, el Gobierno está haciendo la "política conveniente y necesaria" para que se cumpla el principio que ha afirmado desde el principio de la Legislatura y es que se cumpla el principio de legalidad, tanto para los que se queden aquí como para los que tengan que ser repatriados.
Añadió que a quien ha perjudicado el hecho de que hubiera trabajadores ilegales en España es a los propios trabajadores españoles, porque suponía una merma de sus derechos, y añadió que el fondo de reserva de la Seguridad Social ha alcanzado ya 40.000 millones de pesetas, gracias en parte también a la aportación de los inmigrantes.
Sentenció que su Gobierno está haciendo política con la cabeza, "bastante con el corazón" y "nunca" con las tripas, "sobre todo a tenor de lo que se ve y escucha de algunos".
AL SERVICIO DE LA ONU Y NO DE GUERRAS ILEGALES
También se refirió al envío de tropas a Líbano para explicar que ayer le había llamado el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, a quien alabó por su tarea en Defensa y en Interior, para comunicarle que todos los soldados españoles habían llegado a su destino sin ningún problema. En este punto quiso hacer un homenaje y enviar su solidaridad a los soldados destacados en esta misión y también en Afganistán y Congo.
Zapatero quiso dejar claro que los soldados españoles que han ido al Líbano van a un lugar que vivido un conflicto bélico, un guerra y van para "que no vuelva a haber guerra, para que la paz sea estable y definitiva". Además, puntualizó que van bajo el mandato de naciones unidas, con todos los países europeos. "Van como hay que ir, con el apoyo del Parlamento, de todo el Parlamento, tal y como comprometimos con los ciudadanos", exclamó.
Añadió que cada vez que sucede una decisión de esta naturaleza, como la adoptada con el Líbano o de otros lugares, "estamos afirmando un principio que será para siempre en la política exterior de España, será para siempre gobierne quien gobierne, España estará siempre ya al servicio de la legalidad internacional, de Naciones Unidas y de misiones para la paz y nunca al servicio de guerras ilegales, ni de grandes potencias, por muy poderosas que estas sean". "Será para siempre", apostilló.
