IU, ERC e ICV piden a Zapatero una rectificación de su política económica

Joan Ridao (ERC) en el Congreso en el Debate
EP
Actualizado: jueves, 15 julio 2010 0:41


MADRID, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -

Izquierda Unida (IU), Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa per Catalunya (ICV), que comparten grupo parlamentario en el Congreso, han coincidido este miércoles en censurar la política económica del Gobierno socialista, que el republicano Joan Ridao definió como "siniestro carnaval de zombis", y en reclamar una rectificación porque, según comentó Gaspar Llamazares, de IU, la izquierda pasará a la oposición tanto en el Parlamento como en la calle, empezando por la huelga general de septiembre.

Ridao comenzó responsabilizando a Zapatero de haber agravado la crisis económica con medidas "erráticas, espasmódicas e improvisadas que casi matan al enfermo" hasta el punto de que España cuenta hoy con "una economía intervenida, bajo sospecha porque su Gobierno no da confianza". "Son, a los ojos del mundo, un siniestro carnaval de zombis, con el presidente como un púgil noqueado dando golpes al aire", definió gráficamente.

A su juicio, los mercados han acabando recogiendo a Zapatero, cuyos principios económicos "líquidos e intercambiables" se han transformado en apenas un mes hasta el punto de plantear una reforma laboral "que va a ser un sumidero por el que se va a escurrir el despido más barato" y de privatizar las cajas de ahorro. "Ha dado paso a una gestión antisocial y neoliberal de la crisis y ese modelo neoliberal no es que esté en crisis, es que es la crisis misma", proclamó.

CAMBIAZO

Por su parte, el diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, reprochó a Zapatero el "cambiazo" de la política económica y su "volantazo a la derecha", lo que le lleva a pensar que el presidente "no cumple lo que promete", pues a las críticas económicas añadió otras decepciones en torno a la memoria histórica, la guerra de Afganistán o la reforma de la Ley Electoral.

Llamazares reclamó una rectificación al presidente para "dejar de apretar el cinturón a los de siempre", lo que pasaría por reforzar el gasto público dejando en un segundo plano el control del déficit e incrementando los ingresos con la recuperación del impuesto de patrimonio o el refuerzo de la lucha contra el fraude fiscal.

"Hay otro camino --proclamó--. Si no rectifica, hoy mismo rompe con la izquierda parlamentaria, que será su oposición en el Parlamento, pero también en la calle".

En similares términos se pronunció el diputado de ICV, Joan Herrera, quien señaló que "no es asumible, ni aceptable que el presidente que apeló al voto de la izquierda para derrotar a la derecha esté ahora haciendo la política que le pedía Rajoy hace un año".

En su opinión, el "interés general" que dice defender Zapatero es el de los "mercados insaciables", mientras se rompe todo acuerdo posible en materia de pensiones con "una vuelta de tuerca salvaje", se niegan cambios en la fiscalidad de las rentas altas y se dejan impunes los delitos de aquellos que se han llevado el dinero a Suiza.

"En fin, sobran las palabras --enfatizó--. Hoy tocaba el anuncio de un nuevo equipo económico que está llevando a su Gobierno y al PSOE por una senda que se diferencia de lo que haría el PP en la velocidad en la que se pliegan ante los mercados. Pero de eso nada: Dos vueltas de tuerca y pérdida de derechos hacia los mas débiles".

SE MERECEN LA HUELGA GENERAL

Por ello, su conclusión es que "pocos Gobiernos" como el de Zapatero han merecido tanto una huelga general. "La decepción no puede ser mayor --aseveró--. Quizá sea ésa la oportunidad para la izquierda que usted ha abandonado".

El presidente del Gobierno negó haberse convertido en un "halcón antidéficit" pero recalcó que, en la actual coyuntura, hay que acometer cambios para mantener el Estado social. Sobre la reforma laboral, pidió tiempo para juzgar sus resultados, y en cuanto a posibles medidas impositivas para mejorar la equidad, que le reclaman IU e ICV, insistió en remitirse al proyecto de Presupuestos Generales del Estado.

Es más, les indicó que las dos reformas del IRPF acometidas por el Gobierno han beneficiado a 20 millones de contribuyentes, la inmensa mayoría trabajadores, y que el 95 por ciento de quienes pagan impuestos declaran una base imponible inferior al millar de euros.

En cuanto a las cajas de ahorro, aseguró que el modelo ha funcionado con éxito durante décadas pero hoy, tras la crisis del sector financiero, no es sostenible porque ya no hay espacio para todas.

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