MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de IU-ICV en el Congreso, Joan Herrera, apostó hoy por retrasar el debate de totalidad de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2007 hasta después de que se celebren las elecciones catalanas, que el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ha convocado para el próximo 1 de noviembre. Aunque admite que será "inevitable" que los comicios influyan en el debate presupuestario, Herrera avanzó que su formación intentará que "se contamine lo menos posible".
Según el calendario de sesiones plenarias aprobado por la Mesa del Congreso hace unas semanas, el debate de totalidad de las cuentas públicas del año próximo se incluiría en el Pleno que se celebrará entre los días 24 y 26 de octubre, es decir, en plena campaña electoral.
A esto se añade que, según una norma no escrita, por respeto a los procesos electorales el Congreso no celebra sesiones plenarias durante la segunda semana de la campaña, por lo que, si esta tradición se mantiene, el debate de las enmiendas de devolución no tendría lugar en la fecha prevista.
Habida cuenta de que el 1 de noviembre es miércoles --y no domingo, día elegido habitualmente para las citas con las urnas--, fuentes consultadas por Europa Press interpretan que, aún manteniéndose el debate de los PGE para el 25 y 26 de octubre, los partidos catalanes dispondrían de un pequeño margen para dedicarse únicamente a la campaña electoral. Eso sí no sería una semana, sino sólo cuatro días.
HABILITAR LA SEMANA DEL 1 DE NOVIEMBRE
Sin embargo, Herrera cree que debe respetarse el derecho de los diputados a disfrutar de siete días sin actividad parlamentaria para hacer campaña y, por el contrario, considera más adecuado que el debate se posponga hasta después del 1 de noviembre.
El portavoz de IU-ICV no pondría inconveniente, por ejemplo, a que se habilitase la semana del Día de Todos los Santos --en la que no está previsto que haya Pleno por ser festivo ese día-- y el debate pudiera tener lugar los días 2 y 3 de noviembre, o bien trasladarlo a la semana siguiente.
Lo que sí parece claro es que si se respeta la tradición de no convocar Pleno la última semana de campaña, el calendario de tramitación de las cuentas públicas se vería alterado. Este inconveniente se podría solventar habilitando la última semana de diciembre o intentando acortar lo máximo posible los plazos que separan el trámite en el Congreso y en el Senado para que los Presupuestos estén aprobados el 1 de enero de 2007.
